En casi 150 años del beisbol profesional de Estados Unidos, hay una serie de figuras y récords que simplemente forman parte sustancial de la historia de la pelota caliente. Personajes que le dieron forma a esta disciplina y que marcaron récords, algunos de ellos ya superados por los peloteros actuales.
Pero hay marcas que persisten, que luce casi imposible que lleguen a tener un nuevo dueño en algún momento. Los amantes del Rey de los Deportes conocen una de ellas con tan solo escuchar el 56, llamado entre los aficionados de hueso colorado como el número mágico del beisbol.
Y es que Joe DiMaggio, uno de los mejores beisbolistas de todos los tiempos (y que falleció un 8 de marzo, pero de 1999 en Florida), tiene una marca única, que no tiene un cercano seguidor: la de más juegos consecutivos con por lo menos un hit.
Sí, DiMaggio comenzó a escribir historia el 15 de mayo de 1941 con los New York Yankees, al conectar un imparable y lograr hacerlo por lo menos una vez en cada visita al plato. Estableció la marca histórica el 17 de julio de 1941 con su juego número 56 con por lo menos un imparable.
El 2 de julio de ese año, hizo suyo el récord de más encuentros al hilo con hits, cuando logró su juego número 45 y superó los 44 compromisos que Wee-Willie Keeler logró en 1897. El camino estuvo a su favor y todavía logró 11 juegos para dejar en lo alto su hazaña.
Durante su racha, DiMaggio pegó 91 imparable en 223 turnos al bat, con un promedio de .408, así como 55 carreras producidas y 15 cuadrangulares en su cuenta. Y nadie ha estado ni cerca de amenazar dicha marca de juegos. Quien le sigue en el listado histórico de juegos consecutivos con hits es Pete Rose, quien en 1978 logró 44 juegos con un imparable por encuentro.
Desde Rose, nadie ha estado cerca de nuevo.
DAO