La selección mexicana de beisbol hizo historia en el Clásico Mundial al alcanzar por primera vez las semifinales; un torneo extraordinario para la novena dirigida por Benjamín Gil, en donde se conjugaron varios factores para celebrar esta gran actuación.
Una acertada elección de los peloteros, pasando por el bateo oportuno, un buen trabajo en la lomita y desde luego destacadas actuaciones individuales, como las de Randy Arozarena, Joey Meneses, Patrick Sandoval y Taijuan Walker fueron decisivas para que México se convirtiera en protagonista en este evento.
La lista
Los jugadores que conformaron al equipo mexicano fueron escogidos por Benjamín Gil y su equipo de coacheo. En ella no hubo sorpresas (casi todos los ligamayoristas) y quizás la única duda fue la no convocatoria de Ramón Urías, antesalista de los Baltimore Orioles, quien en 2022 tuvo la mejor temporada de su carrera, con 16 vuelacercas y 50 carreras remolcadas, además de ganar el Guante de Oro en la Liga Americana. Gil se inclinó por el poderío de Isaac Paredes para cubrir la antesala, y al final su ausencia no pesó.
Bateo a la hora buena
Entre los equipos que pasaron a la siguiente ronda la selección nacional destacó al situarse entre los mejores tres en cuanto a carreras anotadas, con 37, para un promedio de 6.1 por encuentro, siendo el duelo ante Estados Unidos en el que más veces llegaron a la registradora (11), mientras que frente a Gran Bretaña, sus dos rayitas fueron la cantidad más baja.
En el pitcheo, los nuestros permitieron 24 carreras (6 por partido), 23 de ellas limpias, para un promedio de efectividad de 3.83, el cuarto mejor de las novenas que avanzaron a cuartos de final. En este deporte, si no tienes pitcheo no llegas lejos, y con el Tri, salvo en el compromiso contra Japón, sus serpentineros cumplieron en la loma de las responsabilidades.
Individualidades
Aunque el beisbol es un deporte de conjunto, las actuaciones individualidades suelen resultar trascendentales para la victoria del equipo, y México tuvo a varios peloteros que brillaron en este certamen, siendo Randy Arozarena quien se ganó el corazón y el respeto de todos los aficionados, y es que el nacido en Cuba, pero naturalizado mexicano, lució enormidades en el jardín izquierdo y ni qué decir con el bat, además de ganarse los aplausos por su peculiar festejo con los brazos cruzados.
A la defensiva, el outfielder de los Tampa Bay Rays salvó con sus grandes lances en varias ocasiones a los mexicanos. Cómo olvidar la atrapada en la octava entrada del juego contra Puerto Rico, que hubiera significado el empate para los boricuas o el robo del cuadrangular a Okamoto, de Japón, en la quinta entrada.
Y con el tolete, ahí están sus números: .450 de porcentaje, 9 producidas -5 de ellas ante Canadá-, y 8 carreras anotadas.
También sobresalieron Joey Meneses con sus dos jonrones frente a Estados Unidos, y los abridores Patrick Sandoval (una carrera permitida en dos aperturas) y Taijuan Walker, quien mantuvo a raya a Gran Bretaña.
Una actuación para el recuerdo de la selección mexicana, la cual dentro de tres años nos vuelva a ilusionar.
FCM