América fue un equipo doble cara, con un mal primer tiempo, mejoró en el segundo, tuvo la posibilidad de noquear a León, lo dejó vivir y en el tiempo de compensación, cuando había metido más gente para defender su ventaja, volvió a acusar falencias defensivas que le costaron la victoria. Un vibrante 2-2 que dejó un buen sabor.
Las Águilas volvieron al Azteca después de los triunfos ante Tigres y Chivas, dos victorias que le reanimaron, pero tras el parón por la Fecha FIFA, las revoluciones de las Águilas no fueron las mismas. Y no las fueron porque enfrente estaba un equipo que en las últimas semanas ha repuntado en su accionar y hoy es uno de los mejores en el campeonato.
La Fiera tiene ya el sello de Larcamón, ese entrenador que en la última Liguilla fue castigado de manera cruel por los de Coapa, ahora vino a plantear un juego muy serio con los esmeraldas.
El duelo se jugó a buen ritmo, porque los dos equipos tienen el pedigrí para ir al cara a cara, aunque las Águilas son los que sufren más en defensa, una zona en la que pasan muchos apuros, una en la que no terminan de llegar las soluciones.
Ninguno se escondió, se jugó de norte a sur, con lapsos de dominio para ambos, con goles anulados a ambos y, también, con errores y malas decisiones. Pero, con la marcha del juego, fueron los visitantes los que lucían mejor cuerpo, con Víctor Dávila y Roberto Alvarado siendo más punzantes que Jonathan Rodríguez y Diego Valdés, muy dispersos estuvieron los azulcrema, sobre todo Cabecita que no logró gravitar por la banda izquierda.
Se salvaron las Águilas en un par de ocasiones en pelotas que fueron cortadas casi sobre la raya de gol y Alvarado puso la pelota en un titubeo de Malagón. Esos despistes de los defensores americanistas casi cuestan un gol. Y en ataque los azulcrema carecían de fluidez y de buenas conexiones, pero el juego seguía nivelado y sin goles.
Sin embargo, en el tiempo de compensación vino un buen centro de Iván Moreno que Roberto Alvarado remató con la cabeza y batió a Malagón. Falló Lara en la marca porque al zaguero de las Águilas le faltó determinación a la hora de ir por la pelota, la misma que sí tuvo el delantero esmeralda. La Fiera se iba al descanso con la ventaja merecida, porque vino al Azteca a jugar valiente y sin complejos.
Prueba de carácter para las Águilas en el segundo tiempo, estaban obligadas a mejorarse y a remontar un partido bien duro. El Tano Ortiz no se tardó mucho en ajustar, trató de agitar el equipo con Zendejas por Suárez, Brian por un extraviado Cabecita y Richard por Dos Santos.
Lo empató Diego Valdés al 62’, una jugada en la que La Fiera reclamó una mano de Israel Reyes a la salida de un córner, la bola le quedó al chileno que la mandó al fondo. Lo reclamaron los esmeraldas y se dio un episodio sui generis, cuando el árbitro, Fernando Hernández le dio un rodillazo a Lucas Romero en la ola de reclamos, pero el gol subió al marcador.
Y el juego subió de pulsaciones cuando Henry le dio la vuelta al 68’, el capitán azulcrema se mandó una gran jugada desde medio campo, tocó para Zendejas y éste recentró y la Bomba se lanzó de palomita para darle la vuelta. El orgullo americanista afloró.
Y sí, el partido se puso bravo cuando hubo roces en la banca, Larcamón acabó con la playera rota. El Tano Ortiz y Nicolás se fueron expulsados y diciéndose muchas linduras, con reto incluido, pero nada pasó después.
El juego acabó de norte a sur, lo pudo liquidar América en al menos dos ocasiones, pero le faltó contundencia y León se lanzó con todo al frente, pero y en el tiempo de compensación falló Néstor Araujo en la cobertura, quedó solo Joel Campbell y el tico selló el 2-2. Vibrante partido con sabor a Liguilla.