En el momento más importante de la Copa Oro, la selección mexicana que comanda de manera interina Jaime Lozano ha encontrado su mejor versión. La goleada frente a Jamaica por 3-0 mostró una cara convincente que hace mucho no se le vía al Tricolor. Ahora, el Jimmy y sus muchachos llegarán a la final del torneo con el ánimo a tope y con muchas voces que piden que el interinato del joven estratega mexicano se vuelva en una ratificación ganada a pulso.
Y más allá de que conquiste o no el título de la zona, la gran ventaja que tendrá Jaime, sobre cualquier otro candidato al timón de la selección, es que conoce como ningún esta generación que está tomando el relevo y que ha sido –precisamente– la base del equipo que él dirigió en los Juegos Olímpicos de Tokio, con la que obtuvo la medalla de bronce y que ya conoce su metodología de trabajo y sistema de juego.
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Pese a que Jaime no armó esta convocatoria, la cual todavía le correspondió a Diego Cocca, once medallistas olímpicos fueron llamados para la Copa Oro y ahí Jaime ha zanjado su equipo base. Los jugadores presentes son Guillermo Ochoa, Luis Malagón, César Montes, Johan Vásquez, Jorge Sánchez, Luis Romo, Carlos Rodríguez, Uriel Antuna, Roberto Alvarado, Diego Lainez y Henry Martín.
La transición de proyectos
Previo a la actividad de verano, Cocca hizo una lista de 33 jugadores donde repartió la plantilla para los juegos amistosos frente a Guatemala y Camerún, Nations League y Copa Oro. El argentino tenía una base muy diferente en la que los medallistas olímpicos no tenían el protagonismo.
Por ejemplo, para el juego contra Guatemala solo tres elementos de los que estuvieron en Tokio iniciaron: Malagón, Alvarado y Carlos Rodríguez; ante Camerún aumentó a cuatro con Malagón, Romo, Jorge Sánchez y Antuna de titulares. Ya para el partido trascendente de la Liga de Naciones frente a Estados Unidos, Diego Cocca empleó a cinco medallistas: Memo Ochoa, César Montes, Sánchez, Uriel Antuna y Henry Martín. Pero ante Panamá solo alineó a cuatro, repitiendo a Ochoa y Antuna, y metiendo a Romo y Johan Vásquez.
Cuando llegó Jaime Lozano la situación cambió. El Jimmy se abrazó de los jugadores que conoce para sacar a flote este interinato en Copa Oro.
La base del Jimmy
A sabiendas que el tiempo de trabajo era poco, Jaime Lozano les dio mayor peso a los jugadores que ya conocía del proceso olímpico. En su primer juego contra Honduras mandó seis elementos que ya había dirigido: Guillermo Ochoa, Johan Vásquez, Jorge Sánchez, Luis Romo, Uriel Antuna y Henry Martín. Con sus cinco cambios aprovechó para también utilizar a Carlos Rodríguez y Roberto Alvarado. Para el siguiente compromiso, ante Haití, repitió a los mismos jugadores y también los mismos cambios.
Para el tercer compromiso de la fase de grupos frente a Qatar, Jaime cambió radicalmente su alineación, dándole juego a los que habían tenido poca actividad. De tal manera que solo aparecieron en ese once titular Ochoa, Romo y Carlos Rodríguez. Esta decisión afectó el funcionamiento que había mostrado el Tricolor, por lo que fue sorprendido por Qatar que se impuso 1-0. Todavía en los cambios, Jimmy trató de rectificar por lo que dio entrada a Alvarado, Antuna, Henry Martín y Diego Lainez, pero el equipo no logró responder.
Después de este mazazo y ya en la fase definitiva, Jaime Lozano volvió a su base de seis jugadores olímpicos, agregando el ingreso de César Montes, quien por una suspensión no había jugado; de esta forma, esta columna de siete futbolistas titulares fue la que se impuso claramente por 2-0 sobre Costa Rica y repitió para el juego contra Jamaica de semifinales.
En este último partido, el Jimmy mandó de cambios a otros tres medallistas: Carlos Rodríguez, Alvarado y Diego Lainez, con lo que llegó a diez de los once que fueron convocados; el único que no ha tenido minutos es el portero Luis Malagón.
Sí, Jaime Lozano ha aprovechado al grupo que ya conocía y sus jugadores han dado la cara por él en la cancha, convirtiéndolo en un serio candidato a quedarse de manera definitiva en el timón tricolor.
MGC