El Apertura 2023 apenas ha superado su primera mitad y quizá ya tiene al primer gran fracaso de la temporada: Cruz Azul. Sí, con apenas cinco puntos sumados en nueve jornadas, La Máquina no ha podido revertir la crisis en la que está inmersa y, a menos de que tenga un cierre casi perfecto, no llegará al llamado Play-in de la Liga Mx que solo tendrá cupo hasta la décima posición.
Los números son muy fríos y en los últimos 10 torneos cortos, el promedio para llegar al sitio número 10 ha oscilado en las 23 unidades, así que si el conjunto cruzazulino quiere evitar un fracaso anticipado deberá sumar 18 puntos de los últimos 24 que le quedan en disputa; es decir, ganar seis juegos, con solo un margen de dos derrotas más. Una misión que se antoja imposible y más cuando en este torneo La Máquina tiene la peor defensa, uno de los ataques más débiles y un plantel que acusa la mala planeación de la directiva.
Ni con Joaquín Moreno
Con Ricardo Ferretti la paciencia solo duró los tres primeros partidos de Liga -mismos que perdió- que combinados con el fracaso en la Leagues Cup, donde no ganó ningún partido y quedó eliminado en dieciseisavos de final, determinaron que su proyecto debía llegar a su fin.
La directiva decidió no buscar a otro entrenador y confiar mejor en Joaquín Moreno, quien desde 2015 ya había ocupado algunos interinatos; sin embargo, y pese a la leve mejoría, con Moreno no se ha visto una mejor versión, solo logró una sorpresiva victoria ante Rayados y rescató empates frente a Santos y Mazatlán, pero perdió ante Pachuca, América y Monterrey, recibiendo 12 goles.
Además, mucho de lo que se le ha criticado es su tardía capacidad de respuesta al realizar cambios a destiempo; sucedió ante América, cuando se quedó con 10 hombres, y se repitió con Querétaro al perder el control del juego.
Eso sí, no todo es culpa del entrenador, quien se ha encontrado con una plantilla desbalanceada en algunas líneas, y también con jugadores que no pasan por un buen momento. Ejemplo claro es Carlos Salcedo, Juan Escobar, Ignacio Rivero, Carlos Rodríguez, Rodolfo Rotondi, entre otros.
Mala planeación
Pero el punto central del fracaso celeste es la mala planeación de la directiva. En este torneo Cruz Azul fue de los equipos que más gastó en reforzarse al tiempo que decidió prescindir casi por completo de la columna que le dio su último título, dejando a Escobar y Rivero como únicos sobrevivientes. Esta renovación de la plantilla no ha sido efectiva.
De los refuerzos, solo algunos buenos chispazos, y nada más: Moisés Vieira no ha sido el orquestador que se esperaba; Cambindo es intermitente, de un pésimo inicio, luego se enrachó, pero sigue sin ser regular; Ditta no se ha logrado acoplar bien con Salcedo; en tanto que Kevin Castaño y Dueñas sencillamente no existen. Y de Ángel Sepúlveda, nadie dio crédito que sería el nueve de jerarquía que se llegó a buscar y así lo ha constatado.
La Máquina quedó corta en su planificación, y pese a que este torneo le dio un mes más para corregir errores durante la Leagues Cup, fue incapaz de conseguir a ese hombre gol que le urgía. Hoy necesita un cierre casi perfecto para terminar décimo, algo que se ve ya imposible.
Factores de la crisis celeste
Sin portero confiable: La directiva decidió darle salida a Jesús Corona, confiando en Sebastián Jurado y Andrés Gudiño. Ambos porteros se han alternado y han cometido errores puntuales, por lo que ninguno ha podido ganar la titularidad.
De las peores defensas: En este torneo La Máquina renovó su zaga con la llegada de Carlos Salcedo y Willer Ditta, así como la salida de Cata Domínguez. Cruz Azul promedia dos goles recibidos por partido (uno cada 45 minutos) y es la segunda peor defensa.
Un ataque muy pobre: A Cruz Azul le está costando trabajo encontrar la portería, al grado que se propuso encontrar un centro delantero con jerarquía para remediar esto; al final, solo pudo fichar a Ángel Sepúlveda y depende de Cambindo.
Muchos asesores: Se sabe que además de Óscar Pérez, al menos hay otros asesores que le presentan propuestas a la directiva, como es el caso de Jaime Ordiales; este desorden ha provocado que La Máquina vaya sin una dirección fija.
MEB