América está en la final del Apertura 2023, sí, faltan 90 minutos, pero luce imposible que el equipo de André Jardine se descomponga de tal forma que pueda perder el 5-0 con el que tomó ventaja en el juego de ida de la semifinal ante San Luis. El monstruo azulcrema se comió al inexperto Atlético de principio a fin.
Y es que América salió decidido, no especuló y desde el primer momento mostró su determinación. Fue un equipo revolucionado, con más tensión y conciencia de lo que se estaba jugando.
Mientras, el Atlético de San Luis llegó tarde a la semifinal, no fue capaz de irradiar esa emoción de las horas previas, se quedó helado ante el volcán que fueron los azulcrema.
Cuando se esperaba un duelo de estrategia entre Gustavo Leal y André Jardine, el alumno sorprendió, pero no al maestro sino a su propia gente, desde su alineación mandó un mensaje que podrá haber tenido tintes de agresivo, pero en el campo no fue efectivo.
Leal cambió el once que le dio buenos dividendos ante Rayados, sacó a Bonatini y Damm por Vitinho y Jhon Murillo, quizá su intención era ser más agresivo, pero todo se quedó en eso, en una buena intención.
América mostró su músculo, su jerarquía, ese empaque de líder general, ese poder ofensivo con el que cuenta, una delantera que intimida y volantes que manejan los tiempos como maquinaria de reloj fino.
Henry encontró su mejor momento en la Liguilla, tanto se le achacaba que no aparecía en estas instancias y ha marcado gol en cada partido, pero su labor jugando como poste es igual o mucho mejor.
La Bomba contuvo un balón largo, aguantó la llegada de Valdés, el chileno le pegó con derecha y tras un desvío se fue al fondo. Al 4’, América helaba el Alfonso Lastras.
La respuesta de San Luis careció de efusividad, no tuvo arrebato, América se creció y en un contragolpe bien llevado por Fidalgo cuajaron un golazo, la pelota pasó por Álvaro, Henry, Valdés, Quiñones y Fidalgo puso un centro que La Bomba cabeceó con firmeza. Iban 13 minutos y los de Coapa ponían contra las cuerdas a los potosinos.
Los azulcrema se perdieron el tercero en un par de ocasiones por malas decisiones en el último toque. Y los locales no encontraban el ritmo del juego, estaban rebasados y cuando dieron un ligero paso al frente se toparon con una defensa muy bien organizada, porque todos los amarillos tuvieron un derroche de esfuerzo defensivo.
No, San Luis tampoco apareció en el segundo tiempo y América gestionó su ventaja, se aceleraba cuando quería, pero tampoco asumía riesgos innecesarios. El deseo potosino era emocional, pero no se reflejaba en lo futbolístico.
La experiencia de Jardine salió a flote, también la de sus jugadores, más acostumbrados a este tipo de escenarios, porque en los últimos tiempos han estado en ellos de manera constante y saben cómo manejar las emociones.
Y América lo sentenció al 65’. Valdés demostró que ha recuperado el feeling, recibió de Fidalgo, giró y sobre la frontal sacón un derechazo que se coló por el ángulo inferior. Y por si había alguna duda de que San Luis estaba hundido, Quiñones marcó el cuarto con un cabezazo al 85 y el atacante mexicano logró el quinto en el tiempo de compensación.
No es una falta de respeto a la capacidad de San Luis decir que América está en la final, es que en este negocio pesan las jerarquías y la historia. Cuatro años después, América volverá a pelear por el título, André Jardine ha cumplido a con el 90 por ciento de la tarea. Reserven el 17 de diciembre y el estadio Azteca para ver a las Águilas ir a buscar la 14.
MGC