Cuando Ángel Camacho era niño no pensaba en ser multimedallista paralímpico. Con seis años, el pequeño solo quería salir a jugar con sus amigos.
Pero eso cambió años después. A los 13, su papá, a recomendación de amigos, le dijo que debía practicar un deporte, probó en otros más, hasta la que la alberca se volvió parte de su vida, sin saber nadar.
“Todo fue una recomendación que me hicieron, yo nada más estaba estudiando por la mañana y en la tarde no hacía nada prácticamente. Todo comenzó por hacer algo en la tarde que me entretuviera y qué mejor que la natación. Tampoco la natación me llamaba la atención en ese entonces, pero fue algo que surgió”, recuerda Ángel en entrevista con MILENIO-La Afición.
El agua fue su fortaleza
Nunca se imaginó que iba a superar ese miedo, que lo convertiría en su fortaleza y que sus objetivos cambiarían.
“Simplemente me aventé al agua, aprendí a flotar, después aprendí a nadar, después aprendí los estilos de nado. Yo tenía un objetivo en mente y muy clara mi meta, que era representar a México en unos Juegos Paralímpicos. No me imaginé que tan rápido iba a ser, o sea mis 16 años, tres años después de entrar a la natación”, revela.
Su primera participación paralímpica fue en Tokio 2020, siendo el deportista más joven de la delegación mexicana. Fue un reto que rápidamente le dio su primera presea, pues ganó el bronce los 50 metros dorso S4. El trabajo continuó en París, en sus segundos Juegos, se convirtió en el mexicano con más preseas en la justa francesa.
“No me conformé con eso; yo creo que también hay que tener una mentalidad de no conformarse con lo mínimo, por así decirlo. Por ejemplo, para este ciclo olímpico yo me puse de reto ser el máximo medallista mexicano en París. Entonces créeme que hice un esfuerzo inmenso para alcanzar lo que ahora logramos”, dice con orgullo.
Las medallas que ganó hace unas semanas fueron como una premonición.
“Hace seis, siete meses, en el Centro Paralímpico Mexicano siempre le decía a un compañero: ‘Soñé que en mi primera prueba ganaba por muy poco, era una prueba muy cerrada y ganaba una medalla; estaban mis papás y mi familia viéndome desde las gradas y saliendo de la alberca con la medalla me fui a cenar con ellos’”, y así fue. Camacho registró un tiempo de 42.70 segundos para obtener la plata en París y superó al checo Arnost Petracek (43.92).
“Literal pasó lo mismo el primer día que lo que soñé hace meses. Creo que también hay que soñar en grande y eso se puede convertir en realidad”, dice sonriente.
Hoy su mente ya está enfocada en Los Ángeles 2028, sus terceros Juegos Paralímpicos, en los que buscará ese oro que tiene pendiente.
-¿Qué le dirías a Ángel cuando era chiquito?
“Que estaría muy feliz y orgulloso, porque al Ángel de hace ocho años si le dijeras todo lo que ha logrado, ni siquiera se la creería”.
Orgullo de la familia
Ángel nació en León, Guanajuato, un 28 de diciembre del 2004 con una condición llamada síndrome de Hanhart, que se caracteriza por ausencia en grado variable de porciones distales de una o más extremidades.
Él es el más pequeño de la familia Camacho Ramírez y nunca vio su discapacidad como un obstáculo, su círculo nunca tuvo diferencias en su trato y creció con la confianza de que era capaz de hacer lo que quisiera.
“Era ir descubriendo mi discapacidad, descubriendo también mis capacidades. Al final de cuentas, mi discapacidad no me impidió hacer cosas que los demás pudieran. A mí desde chico siempre me trataron mis compañeros, amigos, como uno más del grupo. Fui a una escuela normal, fue todo normal, iban mis amigos a buscarme a mi casa para jugar. Todo fue como una persona más sin ver mi discapacidad”, comenta.
Sin duda, su familia ha sido pieza fundamental en estos logros y por eso hizo el esfuerzo económico para que lo acompañaran a la capital francesa.
“Ni mis papás ni mis hermanos conocían otro país, entonces yo les pagué el vuelo, el hospedaje, las entradas para que fueran a verme competir, que al final de cuentas el dinero no importa, yo no me fijo en la cantidad, sino en la experiencia que puede llevar esa cantidad. Que mis papás y mis hermanos me vieran competir y triunfar, ganar tres medallas, fue un sueño cumplido”, cuenta.
Pide más apoyo
Prepararse para unos juegos no es fácil, por eso, Ángel tiene una petición para Rommel Pacheco, el próximo titular de la Conade.
“No nos mandan a muchas competencias de preparación. Yo antes de París, en este año, antes de París, nada más tuve una competencia, que no es ni suficiente para tener una buena preparación. Decirle que se fije un poco más en el deporte paralímpico, que apoye un poco más el deporte paralímpico, ya que sí está un poquito descuidado en ese aspecto”, solicita.
Sus medallas en Paralímpicos
Edición | Prueba | Presea
Tokio 2020 50m dorso S4 bronce
París 2024 50m dorso S4 plata
París 2024 100m libres S4 bronce
París 2024 150m estilos SM4 bronce
FCM