El mítico Leo Beenhakker, quien falleció este jueves a los 82 años, tuvo paso por el futbol mexicano, donde dirigió a dos de los cuatro equipos que son considerados como los más grandes del país: Chivas y América.
Con las Águilas, el neerlandés tuvo dos etapas, la primera se dio en la temporada 1994-1995, fecha en la que no tuvo que pasar mucho tiempo para que comenzara a notarse su estilo, y es que en aquellas fechas este equipo tenía grandes figuras como Joaquín del Olmo, Luis Roberto Alves Zague, Rodrigo Lara y comenzaba a vislumbrarse el gran futuro de Cuauhtémoc Blanco; además contaban con Kalusha Bwalya y François Omam-Biyik.
Y aunque todo marchaba bien con las Águilas, en 1995 se informó que Don Leo dejaría de ser el director técnico causando sorpresa en el entorno azulcrema.
¿Joaquín del Olmo, el 'culpable'?
¿El motivo? De acuerdo al propio Beenhakker, recibió una llamada por la mañaba en abril de aquel año, donde le informaron que estaba fuera del equipo por alinear a Joaquín del Olmo y es que este jugador tenía problemas con quien fuera en aquel entonces el presidente del cuadro de Coapa, Emilio Diez Barroso y que además "quería meter mano".
"Ese lunes, a las 7:30 en mi casa de Cuernavaca, me llama Rubolotta (ex vicepresidente del América) y me dice que agarre mis maletas".
Esta información la dio a conocer Leo en una entrevista con la leyenda Cuauhtémoc Blanco.
"Por el presidente aquel (Diez Barroso) que quería meter mano en el equipo", dijo el entrenador neerlandés, quien después bromeó al decir que "la culpa la tenía Del Olmo".
Más adelante dio mayor detalle de lo ocurrido, cuando volvió con el cuadro de Caoapa en la 2003 y mencionó que "Joaquín tenía conflictos económicos con el presidente y me dijo (Emilio) que el chico no iba a jugar, pero yo no iba a romper a mi equipo".
Aunque Cuauhtémoc Blanco, quien estuviera en su plantilla durante la gestión de Leo Beenhakker, contó otra de las versiones en entrevista con Toño de Valdés en su canal de YouTube: "Beenhakker vivía en Cuernavaca, que estaba jugando golf, y le dijeron 'vente para acá', pero el dijo 'no, es mi día de descanso', y lo corrieron".
"Me quedó con la épica de Beenhakker, fue un torneo muy bueno, fue espectacular lo que hicimos, teníamos muy buenos jugadores, los dos africanos, jugadorazos", mencionó Cuauhtémoc, quien bromeó que el nivel bajó cuando llegó Luis García.
ZZM