Hay dos épocas de esplendor del Necaxa. La primera, la de los años 30, aquella de los Once Hermanos, el equipo fue llamado así porque sus trazos parecían perfectos, se entendía casi con los ojos cerrados, y eso se tradujo en cuatro títulos de Liga, dos de Copa, y ser la base de la selección mexicana para los Centroamericanos en El Salvador en 1935. Esa generación estuvo integrada por Raúl Pipiolo Estrada, Lorenzo La Yegua Camarena, Antonio Azpiri El León de las Canchas, Guillermo Perro Ortega, Ignacio Calavera Ávila, Marcial Chato Ortiz, Vicente Chamaco García, Tomás Poeta Lozano, Hilario López, Julio Lorez y Luis Pichojos Pérez. Claro que en 1936 se unió uno de los jugadores más destacados de aquella era, como lo fue Horacio Casarín, quien escribió su historia como un goleador imparable, con un buen remate con la cabeza, y disparos certeros con las dos piernas. Una fi gura que se convirtió en ídolo.
La segunda etapa, la más reciente, también ha sido parte fundamental de este equipo. Se trata de los años 90, en la que impactó el estilo efectivo de Álex Aguinaga, considerado uno de los mejores extranjeros que ha pisado el futbol mexicano. La directiva le dio un giro importante al timón del club. Contrataron piezas de calidad en el extranjero, como el caso de Ivo Basay y Sergio Zárate.
A ellos los acompañaron Nicolás Navarro, José María Higareda, Octavio Becerril, Gerardo Esquivel, Ignacio Ambriz, Efraín Herrera, Ricardo Peláez, Alberto García Aspe, entre otros. En ese cuadro, que logró conquistar tres títulos de Liga, el bicampeonato de las temporadas 1994-95 y 1995-96, así como la del Invierno 1998, también estuvo el actual director deportivo de la escuadra rojiblanca, Carlos López de Silanes.
El directivo es franco, tal como siempre lo ha sido, no se esperaban llegar a una Liguilla en su primer torneo en su regreso a Primera División. Tuvieron que pasar 14 años para que esto sucediera. Lo que ellos buscaban era la permanencia, sumar puntos para cumplir el objetivo. A largo plazo la meta es otra.
Necaxa quiere emular los viejos pasajes de gloria, a sus dos equipos de época, por eso, conformaron un equipo fuerte, de buenos refuerzos, que hoy se encuentran peleando la semifi nal contra el América. "Buscamos hacerlo, yo fui parte de ese equipo (de los 90) y era un grupo que estaba junto, que estaba comprometido. Tengo muchísimos amigos como el presidente deportivo del equipo al que nos enfrentamos, hablo de Ricardo Peláez", dijo.
Tras unos segundos, agregó que "estamos buscando eso, hacer otra historia como esa, no es sencillo, son pocos los que lo consiguen, son equipos que hacen dinastía, época, que se guardan en la memoria. Ahorita pensamos en eliminar al América, que será bastante difícil, y después vamos paso a paso".
¿Se imaginaron llegar a una Liguilla en su primer torneo? —Yo te puedo decir que no, cuando llegué la situación no era la mejor, no era la óptima, estamos hablando de que en seis jornadas solo teníamos cuatro puntos. Se veía complicado llegar a una clasificación, conseguir los puntos que conseguimos. Viendo la entrega, la disposición y el trabajo que hay en el plantel, se fueron dando los resultados en las siguientes jornadas.
El directivo tiene claro que no por acceder a la fi esta grande pueden festejar. Al proyecto le falta mucho, primero tienen que asegurar la permanencia en Primera División; luego, habrá que alimentar el nombre con títulos. Suena fácil, pero no lo será:
"Es complicadísimo, el objetivo primario era confirmarnos en Primera División, generar un proyecto a largo plazo para regresar al Necaxa a los niveles a los que estuvo acostumbrado, lo que se vio en los 90, ese es el objetivo de la directiva, y claro que también de los jugadores, el entrar a la Liguilla se dio rápido, quizá como no se esperaba, pero todavía nos falta esta serie contra el América, porque nosotros queremos llegar a la Final ".
Señaló que, "el éxito de una institución es el trabajo en equipo. Aquí estamos unidos jugadores, cuerpo técnico y directiva, la gente que trabaja en el estadio, en la institución, todos hemos puesto nuestro granito de arena, desde el principio sabíamos que nuestro objetivo era la permanencia, el estar en Primera División, y ya después la Liguilla, la cual queremos aprovechar".
En cuanto al entrenador, Alfonso Sosa, el directivo explicó que "es fundamental . Nos sentimos orgullosos porque es mexicano, es un entrenador que escucha, que platica, que tiene buena comunicación con la directiva, me gusta las respuestas que ha dado a los cuestionamientos, y que también es una persona que cuestiona a la directiva, a los jugadores, le transmite al equipo lo que a él le gusta en el terreno de juego, eso es fundamental, es parte del éxito. Le costó trabajo en Leones Negros, sí, pero hoy tiene un mejor equipo que en ese entonces, y también ha asimilado el fracaso que tuvo con aquel descenso, porque él sabe que eso fue, y que de eso hay que aprender y salir adelante".