Quizás con escaso futbol ofensivo, pero sí efectivo, Pumas ya consiguió su tercer mejor arranque en torneos cortos, al menos en cosecha de puntos, desde el más reciente título de Liga, en el Torneo Clausura 2011. Desde su llegada, el semestre pasado, Paco Palencia ha acumulado arranques de varias unidades, que le sirven más tarde para amalgamar una posible clasificación a la Liguilla. La falta de un desempeño adecuado, se contrasta con la cantidad que registra en la clasificación general.
Este reciente fin de semana, ante León, Pumas careció de juego de conjunto, de posibilidades reales de hacerse presente en el marcador, pero al final, lograron tres puntos valiosísimos. Distracciones defensivas, escaso acoplamiento en el medio del campo y mayor aún, en la ofensiva, la cual tuvo que improvisar por la ausencia de Nicolás Castillo, y a su vez, aunado a la ausencia de Matías Britos, que ingresó faltando media hora de juego.
Fue en los minutos agregados, que en un intercambio de posiciones, Bryan Rabello sirvió para Jesús Gallardo, que abandonó la banda izquierda y se incrustó en el corazón del área enemiga, para disparar de pierna izquierda y convertir el servicio del chileno en el único tanto del encuentro. Premio quizás injusto por la falta de una propuesta clara, pero triunfo al fin de cuentas.
Contra Cruz Azul, la jornada anterior, ocurrió algo similar. La Máquina, en Ciudad Universitaria, salió dispuesta a conseguir los tres puntos, tuvo mejores ocasiones de gol que el local, pero un centro preciso y el excelente remate de Nicolás Castillo, marcaron diferencia a favor de los pupilos de Paco Palencia. Ganaron por la mínima, desplegando un rendimiento carente de opciones, de variantes que pudieran hacerle real daño al sinodal.
En el inicio del Clausura 2017, contrario a la lógica con la que el equipo se ha desempeñado, contra Chivas, fueron mejores, intensos, generaron llegadas en el inicio del primer tiempo y en gran parte del complemento, pero su recompensa nunca llegó. Universidad Nacional sucumbió ante el cuadro rojiblanco, por un 2-1 al finalizar los 90 reglamentarios. En conferencia, Palencia aclaró: "La realidad no la refleja el marcador, pero tengo muy claro que el futbol no es de merecer, al contrario, es cuestión de ganar".
Con seis unidades, luego de 270 minutos en disputa, esta versión de Pumas ha conseguido unidades valiosas de cara a que el torneo se haga maduro. Las actuales cifras solo las superan las del anterior semestre, cuando Palencia logró dos triunfos y un empate en la misma cantidad de partidos, para completar siete puntos, superando la segunda etapa de Memo Vázquez, lo realizado por José Luis Trejo, Antonio Torres Servín y Joaquín del Olmo.
Solo el propio Memo Vázquez ha logrado un mejor arranque después de consumar el campeonato en el Clausura 2011. Un semestre más tarde de levantar el título, con cinco tantos a favor, y apenas uno en contra, además de tres triunfos, sumó nueve puntos. Dicha estadística parece imposible de alcanzar, aunque Palencia se ha acercado a estos números. La realidad también apunta a que entre mayor sea la cantidad de dividendos que se acumulen, más tranquilidad existe para encontrar un verdadero estilo de juego.
DILEMA EN EL ATAQUE
Para medirse a Necaxa, en el duelo por la cuarta jornada del torneo, Palencia y Pumas tendrán que definir quién será el encargado de ser la referencia en el ataque. Para este compromiso en CU, el equipo recuperará a Nicolás Castillo, suspendido por una expulsión en la segunda fecha y también tendrá a un Matías Britos con mayor tiempo de recuperación, para poder ser considerado dentro del once titular. El dilema corre para el entrenador.
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