Un día como hoy, pero del año 2002, la Albirroja debutaba en el Grupo B del Mundial de Corea-Japón ante Sudáfrica, en el estadio Asiad de Busan, en Corea del Sur, ante unos 35.000 espectadores.
En la portería estuvo Ricardo Tavarelli, quien fue marcado por ese evento. “Como olvidarlo, mi debut en un mundial defendiendo a nuestra querida albirroja”, declaró este martes en charla con Fútbol a lo Grande por radio Monumental.
“Es indescriptible, te puedo hablar por horas acá, pero la sensación cuando toca el himno de tu país te pasa toda tu vida, uno no sabe si reír o llorar, es un momento sublime de felicidad. Es un premio y una linda responsabilidad que te da la vida y el fútbol”, sostuvo.
“Casi todos los compañeros coincidimos, uno está inmerso y concentrado en el partido, pero cuando toca el himno prácticamente nos pasa lo mismo”, agregó sobre las sensaciones que sienten los futbolistas en la parte protocolar.
Mono, quien jugó aquel partido en reemplazo de José Luis Chilavert, señaló que ahora recién toma conocimiento de todo lo que logró en su carrera deportiva.
“Hoy nos toca valorar todas las cosas que conseguimos. La gente te lo hace saber, porque cuando uno juega al fútbol el siguiente partido es lo más importante y así nos pasa la vida”, comentó.
Respecto a la camada, que cayó en octavos de final frente a Alemania, gracias a un gol de Oliver Neuville a dos minutos del final, y que luego sería finalista de la competencia, dijo que pudo llegar más lejos.
“Esa era una selección que pudo llegar mucho más lejos a mi entender, pero también chocamos contra una Alemania que se venía con todo”, sentenció el deportista que tuvo sus mayores días de gloria jugando para Olimpia.