El experimentado mediocampista Rodrigo Burgos, actual jugador del 12 de Octubre itaugüeño, se mostró contento por el retorno de las actividades futbolísticas y además recordó su paso por los grandes de nuestro fútbol.
En diálogo por la 1080 AM, en La Sobremesa de Fútbol a lo Grande, el itacurubiense de 31 años fue consultado sobre su momento en el equipo de Olimpia, donde jugó entre el 2017 y el 2018 y donde tuvo que atravesar momentos difíciles. “Me gustaría retornar a Olimpia. Me queda una espina de ganar una copa internacional. Si bien debuté en Cerro Porteño, pero mi sentimiento pertenece a Olimpia por el cariño de su gente, por la forma que me trató el presidente (Trovato)”.
Fue consultado si recuerda algún partido que le hubiese gustado disputar. “El partido que Olimpia jugó ante Junior de Colombia por Libertadores 2018, ese partido podría ser lo que más me dolió en mi carrera deportiva. El DT Garnero me puso en la banca. Después me llamó y me explicó el porqué. Venía con sobrecarga de partidos”, señaló.
FRUSTRACIONES. “Pasé momentos tristes en mi vida personal. Tuve que vivir cuatro meses en la Villa Olimpia. Pasé ciertos traumas sicológicos, no era fácil quedarme solo, después de estar entrenando con todos mis compañeros”. Siguiendo el relato, recordó: “Estaba en mi mejor momento futbolístico con el Olimpia y fui convocado para un amistoso que jugaría la Selección Nacional en los EEUU, pero sucedió el problema personal y cayó todo. Inclusive fui a prisión donde conocí a los verdaderos amigos y pude superar todo y empezar de nuevo”, reflexiona.
A UN PASO DE LA FINAL. Rodrigo en filas de Cerro Porteño jugó la semifinal de Libertadores del 2011 contra el Santos y recordó: “Uno se pone a pensar, estuvimos muy cerca de pasar a la final. Me hubiese gustado ganarle al Santos y haber jugado esa final con Cerro Porteño”.
En la actualidad Rodrigo es pieza clave en el cuadro tejedor y habló del momento: “En verdad muy bien después del parate, me siento contento de volver al fútbol, el reencuentro con mis compañeros, actualmente con la pretemporada uno se siente un poco pesado, pero bien”. Su equipo jugó el primer amistoso contra el Sportivo Luqueño, en el Feliciano Cáceres, encuentro que culminó igualado en 1. Realizó además una reflexión de la otra cara del “12” antes de la pausa por la pandemia. “El parate nos cortó, estábamos en alza en el momento que se vino. Pero seguimos motivados y lo demostramos ante Luque. Ahora nos preparamos para el partido oficial ante Sol de América” en referencia a la fecha 9 del Apertura, el sábado 18 de julio, en el Luis Giagni.
Entre otras cosas recordó su pasado en Argentina, donde experimentó una faceta paralela a lo futbolístico. “Estudié y me recibí de chef en Argentina, cuando jugada en Talleres. Fue en honor a mi madre, ella es cocinera y quería darle el orgullo mostrándole mi título de cocinero profesional”, manifestó.