Isidro Pitta, con dos goles en los primeros siete minutos del compromiso, se llevó todos los elogios en el bando local, mientras que el árbitro desató la ira en la República con decisiones muy polémicas.
La primera gran objeción se produjo en tiempo de adición del primer tiempo cuando Richard Ortiz entró con fuerza excesiva contra Orlando Gaona Lugo. El juez castigó la falta con amarilla, pero los auriazules pidieron más que eso.
El colegiado tampoco recibió asistencia del VAR. En el final, el capitán franjeado hizo el tanto de la paridad con el que el vigente tetracampeón evitó la derrota en el Feliciano Cáceres.
La siguiente polémica fue la jugada del penal en donde Paulo Lima quiso salir jugando y perdió el balón ante la velocidad de Jorge Rojas, uno de los revulsivos por quien apostó Daniel Garnero para cambiarle la cara al Decano (68 m).
El uruguayo Alejandro Silva se encargó de la pena máxima y no falló en la ejecución. Olimpia se metió de lleno en el compromiso, aunque según los luqueños el lanzamiento se debió realizar de nuevo por una invasión de un futbolista decano.
Al final fue 2-2 en la Ciudad de la Música. El conjunto de Rodrigo López tuvo todo para sentenciar en el primero tiempo, pero falló en la puntada final. En tanto, el representante de Para Uno creció con los cambios y evitó la derrota a contados minutos del cierre.