Entonces era una razón sobrenatural. No un rival mejor o un error propio, sino el pecado de algún miembro de la plantilla lo que privó a Santa Fe de coronarse campeón de la Copa Libertadores en 2013. ¡IncreÃble!
El asunto se remonta a diez años atrás, cuando el equipo cardenal firmó una excepcional campaña en el torneo continental, en el que fue primero del grupo 6 y acabó invicto invicto y luego dejó en el camino nada menos que a Gremio de Brasil en octavos de final y a Real Garcilaso de Perú (Hoy Cusco FC) en cuartos.