El último sábado, Deportivo Municipal venció 2-0 a Cantolao con dos goles de penal. Ambos cobros fueron polémicos, pero ese partido seguirá trayendo cola tras el descargo que presentó el árbitro Fernando Legario.
Después del partido todos coincidieron que el juez del encuentro regaló los penales al equipo de Gerardo Ameli. El árbitro se equivocó feo.
En el primer tiempo, un centro de Larrauri impactó en el hombro de Paulo Albarracín, pero el juez pitó mano. Y, luego, Ítalo Regalado, en posición adelantada (que no sancionó el línea Juan Villanueva), se tropezó solo, pero Legario cobró falta a Carmona.
Al presentar su informe, Fernando Legario dio a conocer las razones de las expulsiones de Federico Nicosia y Paulo Albarracín.
Pero lo bueno viene aquí. En las observaciones, el árbitro indicó que el color amarillo del uniforme de Cantolao, incluido medias, y los balones del mismo color dificultó la visibilidad y generó confusión. Por lo tanto "se exime de responsabilidad a la cuarteta arbitral".
"Al tener el uniforme todo de color amarillo, incluido las medias, el equipo de Cantolao. Y al tener que jugar con balones de color amarillo, se deja constancia que cualquier jugada producida y cualquier acción por efecto de ser de color amarillo los balones, se exime de responsabilidad a la cuarteta arbitral", dice el informe.