La Academia ganó por 1-0 a los albiverdes y cerró un semestre con mucho éxito.
Con algo de polémica en el final, Bolívar se dio el gusto de festejar su título 21 en la Liga y 27 a nivel nacional con una victoria estrecha por 1-0 sobre Oriente Petrolero que estuvo a punto de aguarle la fiesta al actual campeón del torneo boliviano.
Lo que parecía una victoria fácil para los celestes – ya que Oriente llegó con un equipo mixto a La Paz – se transformó en un suplicio para la Academia porque en más de 90 minutos el arco del equipo cruceño no se abrió porque ahí estuvo Pedro Galindo quien fue la figura del partido.
Fue una fiesta celeste que por poco se ve empañada por Oriente Petrolero que mereció más esta noche, pero que al final encontró el gol del triunfo para la victoria celeste.
Los remates de todos los lados no llegaron a quebrar el arco albiverde, Bolívar llegó varias veces, Oriente también lo hizo en contragolpes que por poco sorprenden a Dituro.
Al primer cuarto de hora Fierro y Raldes se enredaron antes de rematar, luego fue el turno de Cabrera quien no aprovechó un centro de Morales, mientras que Justiniano sacó un centro que Galindo supo descolgar.
Oriente quiso sorprender con llegadas de Denni Bejarano a quien en dos ocasiones le competieron faltas en el área, pero que el árbitro Maldonado no quiso cobrar por la presión de la hinchada.
El partido daba para que Bolívar despida con honores a Wálter Floresm, Ronnie Fernández y Nelson Cabrera, cada uno fue aplaudido en cada jugada que le tocó tomar el balón.
Pero fue a los 92 minutos cuando se empañó el partido. Maldonado cobró penal, una infracción algo dudosa, pero lo cobró. Cabrera tomó el balón y remató, Galindo adivinó y tapó el disparo.
La jugada fue anulada porque el juez de línea informó que el portero se adelantó, ahí se armó una discusión que acabó con la expulsión del portero de Oriente Petrolero.
Luis Haquin se colocó los guantes y Cabrera anotó el único gol a los 97 minutos con un disparo rasante.
Fue un triunfo mínimo, pero que coronó al mejor del torneo que festejó hasta el amanecer.