River se jugaba en el Monumental su pasaje a los cuartos de final. Guaraní necesitaba casi un milagro para dar vuelta la serie tras el 2-0 que recibió en la ida en Paraguay. Luego de conseguir la clasificación, el Millonario espera a su rival, y se podría enfrentar ante Jorge Wilstermann o Atlético Mineiro: el miércoles a las 21.45, el conjunto brasileño intentará revertir como local la derrota 1-0 que sufrió en Cochabamba hace algo más de un mes. Si bien en estas instancias definitorias ya no existen partidos sencillos, en Núñez analizan ventajas y desventajas de cada uno de los potenciales cruces: ¿qué rival le convendría al equipo de Marcelo Gallardo?
Wilstermann, que por ahora tiene la ventaja en el mano a mano, es el puntero del campeonato boliviano y se clasificó a octavos como segundo del Grupo 5 con nueve puntos. Como la mayoría de los equipos de su país, hace de la altura su gran aliada, pero sufre cada vez que baja al llano: en lo que va del certamen ganó sus cuatro partidos como local (los tres de la zona y la ida con Mineiro) y perdió los tres que disputó en condición de visitante. De todos modos, logró darles dolores de cabeza a más de uno: Palmeiras sufrió para ganarle por la mínima y Atlético Tucumán estuvo a punto de dejar puntos en el camino.
En cuanto a lo futbolístico, la llegada del peruano Roberto Mosquera al banco de suplentes influyó mucho en el presente del Aviador. Bajo el mando de su actual entrenador, el equipo logró una histórica clasificación a octavos, que no se daba desde 1999, a pesar de la partida de Thomaz Santos -su principal figura- hacia Sao Paulo. Para lograrlo, se sustentó en una columna vertebral que al DT le resulta muy confiable: el arquero Raúl Olivares, el defensor Edward Zenteno, el armador Rudy Cardozo y los goleadores Ricardo Perdriel y Gilbert Álvarez. Además, el argentino Cristian Pochi Chávez levantó su nivel y se convirtió en una pieza importante, mientras que el brasileño Serginho aporta sus pinceladas de talento.
Por el lado del Mineiro, el presente es bien distinto. Si bien el Galo llegó a octavos como el mejor de todos los primeros, con 13 puntos y +11 de diferencia de gol, su presente es completamente diferente: después de arrancar el año con expectativas de pelear por el título tanto en el Brasileirao como en la Libertadores, los grandes problemas internos en el club (en especial entre los jugadores y la directiva) llevaron a una fuerte crisis que dejó al equipo a cuatro puntos de la zona del descenso en el torneo local y le costaron el puesto al entrenador Roger Machado. En su reemplazo asumió, hace menos de 20 días, Rogério Micale.
El cambio de timón llevó a que el Galo modificara sustancialmente su manera de jugar: de ser un conjunto que apostaba por la tenencia de pelota y el juego asociado, ahora el Mineiro es un equipo mucho más frontal, que intenta atacar rápido y presiona bien arriba a sus rivales cuando no tiene la pelota. Con mucha variedad distinta de nombres en ofensiva (Cazares, Rafael Moura, Robinho, Pablo, Valdivia, Marlone y el goleador Fred, autor de 23 tantos en 35 partidos en 2017), el conjunto de Belo Horizonte es peligroso para cualquiera que se le pare enfrente. Sin embargo, al mismo tiempo, es un equipo que sufre muchísimos problemas en defensa: de sus últimos diez partidos solamente ganó dos, mientras que perdió siete -incluida la caída en Bolivia-, empató uno y sólo logró mantener la valla invicta en una ocasión (2-0 sobre Coritiba).