Los hinchas que asistieron al encuentro entre Perú y Bolivia de ayer aún deben estar asustados. El término "sudar frío" nunca tuvo más sentido que ayer, y -si hacemos memoria- en la fecha anterior, donde vencimos a Uruguay (2-1), pero lo sufrimos hasta el final, como anoche.
28 de marzo del 2017
92 minutos con 50 segundos: el centro de De Arrascaeta va hacia el área peruana, Godín se impone ante la defensa y su cabezazo va hacia el palo y luego rebota centímetros afuera de la línea de gol y listo. Si no entró esa, no entraba nada más. A segundos de terminar el partido Perú vio como la fortuna aún no anunciaba un "game over" (juego terminado) y le decía "aún tienen una vida más".
31 de agosto del 2017
92 minutos con 8 segundos: Otro centro en un tiro libre terminaría en un balón que le quedaría servido a Justiniano. El boliviano, en la línea del área chica, manda su remate por encima del arco defendido por Cáceda. Otra situación 'in extremis', sobre el final del partido y que nos dejó continuar con el respirador artificial que nos mantiene con vida en estas Eliminatorias.
Un empate sobre el final -en cualquiera de los dos partidos- hubiese sido lapidario, fatal, para los intereses nacionales. Pero esta vez, hasta la fortuna está de nuestro lado. A seguir, porque el martes se tiene que ganar en el Atahualpa de Quito, para continuar creyendo, para continuar luchando.
La suerte también juega en estos partidos, y si la suerte -como parece- lleva una camiseta blanquirroja, hemos ganado un número 13 (el 12 es para la hinchada) de buena suerte.