El fútbol te da revanchas. Carlos Cáceda tuvo el pasado jueves, tal vez, el día más extraño de su carrera futbolística. Si bien la selección peruana consiguió un vital triunfo ante Bolivia, el portero nacional fue vapuleado por un error en salida ante los altiplánicos.
Muchos cuestionaron su titularidad en Quito ante Ecuador, excepto Ricardo Gareca. Si algo debemos reconocer al estratega argentino, es que siempre fue consecuente con sus decisiones.
Carlos Cáceda saltó al campo del Olímpico Atahualpa ante la desaprobación de muchos en la previa. Pero el arquero de 25 años demostró de qué está hecho y defendió el arco peruano con mucha madurez, pese a la presión.
Una vez que el árbitro paraguayo, Enrique Cáceres, pitó el final del partido, Cáceda estalló en llanto, emocionado por el histórico triunfo alcanzado, pero también porque se cobró su revancha.
Esta selección peruana sigue firme en la pelea por un cupo al Mundial Rusia 2018 que hace unas fechas nos parecía imposible. Ricardo Gareca demuestra que la tiene clara y el ser coherente ha sido su mayor virtud. Cáceda no lo defraudó.