Si hay algo que define a Perú es la palabra ‘predecible’. Gareca lo es a la hora de citar jugadores y respaldar a los suplentes que están inmediatamente detrás del titular. Todos saben cómo jugará Perú, pero pocos le pueden ganar. Al menos así ha sido en el último año, en el que registra solo una derrota, ante Brasil 2 a 0 en Lima y una de visita (1-2 ante Chile, en Santiago).
De cara al partido contra Argentina, el Perú de Gareca no parece tener sorpresas, ni una. Y aquí va cómo jugaría, siempre en un ejercicio periodístico, más ligado al pensamiento del periodista que al dato extraído del propio técnico, quien no adelanta nada (y está bien).
El arquero: Salvo que Pedro Gallese se recupere de su lesión, el titular será Carlos Cáceda. El técnico le respeta su lugar en la lista y le valora la sangre fría ante Ecuador. Era una parada muy difícil y respondió. Él atajará.
La defensa. Los cuatro defensas titulares son Corzo, Ramos, Rodríguez y Trauco. Ante la baja de la 'Sombra', entrará Miguel Araujo. Si Araujo no está bien físicamente, jugará Anderson Santamaría. El resto no se tocará. Ni siquiera por el buen momento de Advíncula.
Los del medio. Son dos y titulares. Renato Tapia y Yoshimar Yotún. Ambos están bien y en ritmo. Con diferentes perfiles aseguran quite, manejo y buen pase. Sobre todo Yotún, es el cerebro de la selección.
Los ofensivos. El trio de llegadores oficial es Carrillo, Cueva y Flores. De ellos solo 'Oreja' gambeteó la suspensión. La lógica de Gareca indica que Polo irá por Carrillo y Farfán jugará de Cueva. Salvo sorpresa (¿Manzaneda?), ahí está el nuevo trío.
El punta. Es Paolo y no hay duda. En caso no pueda jugar, será hora de Ruidíaz. Por ahora, el 9 es titular, capitán, bandera y esperanza.
La lista de Gareca, predecible, no suma nombres como los de Benavente, Reyna, Alexi Gómez, o Beto Da Silva en ataque. Con ellos alguna figura diferente se habría podido sugerir. Pero no hay. Tampoco las hay en defensa. Que no estén ni Callens ni Zambrano reafirma que los suplentes de Ramos serán Araujo, Santamaría o Abram.
El técnico maneja la selección como un club, con ese orden de prioridad.
Por eso su once parece claro, muy clarito.
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