26/04/2024

Pedro Gallese, un arquero para los próximos 15 años

Viernes 06 de Octubre del 2017

Pedro Gallese, un arquero para los próximos 15 años

El portero del Veracruz de México fue la figura del Perú vs. Argentina. Estaba lesionado, se recuperó y la rompió

El portero del Veracruz de México fue la figura del Perú vs. Argentina. Estaba lesionado, se recuperó y la rompió

El fútbol peruano no es una fábrica de cracks. Por eso es tan doloroso cuando un jugador con potencial se ciega ante el primer flash. Tan costoso para una selección que busca oro entre escombros. Son las dos orillas: hay muchachos mediáticos desde la primera foto y hay otros, acaso menos perseguidos, que crecen en el silencio. Sin prensa. O mejor, entregan mensajes sin hablar. De estos últimos, el nuevo producto de selección es arquero y se llama Pedro Gallese.

No es un chiquillo pero sí fue un jotita, es decir, un arquero que con 15 años clasificó al Mundial Sub 17 de Corea y, pese a su condición de tercer arquero detrás de Hermoza y Ulloa, fue llevado a la Copa “para fortalecer su crecimiento”. Así lo veía Jota Jota Oré, que lo conocía del desparecido club Real y había detectado en él una virtud cara: su inteligente perfil bajo.

A su vuelta, y cuando otros muchachos dejaban que los graben tomando desayuno, aceptó la recomendación menos popular: fichar por la Universidad San Martín, el club sin hinchas radicales y el que, sin duda, ofrece el mejor sistema para formar jugadores. Hizo todas las categorías que le faltaban ahí. Y aunque casi no atajó, salvo en su último años en el equipo santo, tuvo dos buenos maestros: el Chino Rivera en el banco y Leao Butrón en los entrenamientos.

Su fichaje por Aurich 2015 de Roberto Mosquera, cuando ya no era una promesa, solo ratificó una línea de carrera: no fue a Alianza, Cristal o la ‘U’, los clubes perseguidos hasta el baño por legiones de periodistas. Se fue a Chiclayo, 770 kilómetros al norte de Lima y muchos más de la excesiva curiosidad y sobreprotección. El llamado para ser titular en la selección de Gareca, en Eliminatorias y Copa América 2016, fue la consecuencia de 45 partidos en torneos locales 2015-2016 a un nivel claramente mejor que el de sus competidores. Si Raúl Fernández volvió a Lima y Libman se estancó al ritmo de su equipo, Gallese viajó a Estados Unidos y en una notable curva ascendente, pasó de ser suplente a exportable: se fue a Veracruz de México.

En Videna se refieren a él como "nuestro arquero", en un marcado mensaje que lo blinda. Y lo dicen Cáceda, Carvallo y Penny, los tres porteros con los que compite en el puesto. Dos años después de su primer llamado, Gallese mejoró la reacción, la potencia de piernas, creció en arrojo y según cuenta gente cercana al comando técnico de Perú, entrena como debutante. Las tres atajadas clave en la Bombonera (dos a Messi, una a Papu Gómez) pueden haber sorprendido en Argentina, pero no a sus compañeros. Tuvo que ver el entorno, las decisiones que tomó y claro, él.

Cuando se acusa a los medios de sobreexposición solo se ataca a un responsable y se olvida –con ironía– que existe otro personaje en la historia. Se olvida que si bien los fubolistas de hoy son entrenados para ser robots, no pueden tener la psicología de un bebé. Eso también se entrena. Pedro Gallese lo ha probado: se rompió un dedo hace dos meses, se entrenó en silencio y ante Argentina atajó 10 puntos. Se rompió un dedo: ayer parecía que tenía cien.

Ver noticia en El Comercio: DT

Temas Relacionados: