“Che, ¿cómo se llamá ese morocho de la defensa de Perú?”, me pregunta un periodista argentino en la zona de prensa de la Bombonera, luego de que Miguel Araujo vuelve a ganarle un mano a mano a Lionel Messi. Respondo y el colega replica: “Debería ficharlo algún equipo de España”.
A ese nivel estuvo el defensa de Alianza Lima la noche del jueves en la cancha de Boca Juniors. En un partido caliente, la “cuarta final para los argentinos” (contando las del Mundial y Copas América), Araujo demostró que es un jugador de selección, con nivel suficiente para adueñarse del puesto y no soltarlo por mucho tiempo. Cuando no esté el ‘Mudo’ Rodríguez, podremos estar tranquilos con el zaguero de 22 años.
Frente a Argentina, el central íntimo pareció un veterano. Su primera gran intervención llegó cuando le sacó de la cabeza la pelota a Darío Benedetto, el goleador de Boca que ya se relamía en el área peruana. Después comenzó a ganarle a Messi. El astro del Barcelona intentó superarlo en más de una ocasión pero Araujo, quien fue el más adelantado de la defensa nacional, siempre pudo interrumpir los avances del ‘10’ albiceleste. Por arriba y por abajo, Miguel estuvo impecable. Pensar que solo debutó en setiembre del año pasado contra Ecuador en el Estadio Nacional. Fue 2-1 con golazo de Renato Tapia y Araujo acalló las dudas anulando al complicado Felipe Caicedo.
Hace una semana, Julio Meléndez le dijo a este Diario que “veía muy bien a Araujo y le gustaba mucho”. Bastante razón tenía el ídolo de Boca Juniors sobre el jugador que estuvo en el equipo de Daniel Ahmed que el 2013 en Argentina se quedó a puertas del Mundial Sub 20 de Turquía. En ese mismo equipo estuvieron Tapia, Edison Flores, Andy Polo, Wilder Cartagena y el mismo Yordy Reyna, goleador de Perú en aquel Sudamericano y que volvió a ser llamado por Ricardo Gareca tras la lesión de Iván Bulos, quien también estuvo en el certamen juvenil.
El ‘Tigre’ ha encontrado una base para el futuro en estos jugadores categoría 94. Aunque Araujo, Tapia, Flores son puro presente en una selección que no tiene estrellas europeas como hace algunos procesos pero sí obreros que no desentonan con la pelota en los pies, y sobre todo muestran personalidad a la hora de competir contra equipos con nombres rutilantes, de esos que todos quieren elegir al momento de jugar al Play Station. Mérito de Gareca, que cambió la mentalidad del futbolista peruano. Eso que por estos días se reclama con mucha más fuerza en la Argentina de Messi.
–Cambios sin problemas–
A falta de un solo partido en las Eliminatorias sudamericanas, además del crecimiento futbolístico, la selección ha confirmado también que tiene mucho más que un once. La baraja de cartas de Gareca no es reducida como se pensaba. Así como Araujo, en su momento Pedro Aquino, Cartagena, Paolo Hurtado, Carlos Cáceda, Polo, Nilson Loyola y Anderson Santamaría también respondieron a las expectativas, incluso hoy Farfán y Advíncula son piezas de recambio importantes.
Gareca tiene un once base pero también un universo de jugadores con temple para la alta competencia. Araujo es el mejor ejemplo; si no, que lo digan Messi y compañía.