Algunos neozelandeses, como el técnico Anthony Hudson y el defensa Andrew Durante, se quejaron. Pero otros quedaron admirados con la forma en que Perú vivió el repechaje al Mundial Rusia 2018 el pasado miércoles 15 de noviembre.
Ese es el caso de Jeremy Brockie, futbolista que estuvo presente en el Estadio Nacional y fue testigo de la clasificación de Perú a un Mundial luego de 36 años. Lo que dijo al diario "Stuff" vale la pena contarlo.
"No puedo culpar la pasión de ese país por su fútbol. Donde quiera que fuéramos, había una camiseta de Perú. Las personas se apiñaban en las calles. El estadio estuvo lleno dos horas antes del partido. Cantaron el himno con mucha pasión. Fue honestamente la mejor audiencia ante la que he jugado en mi vida. Y de eso se trata el fútbol. Creo que esa es la gran diferencia entre los países amantes del fútbol en comparación con algunos otros", comentó Brockie.
Cuando dice que no "puede culpar" al país se refiere a las diferentes cosas que vivió el equipo neozelandés a su llegada a Lima. Hablamos de los fuegos artificiales, los aviones militares que sobrevolaron el hotel de los oceánicos y los láseres con los que algunos hinchas los apuntaron en el campo.