A pesar que hace unos meses la continuidad de Paolo Guerrero era muy complicada por el año de suspensión, hoy la situación cambió. La directiva del Flamengo sigue analizando renovarle el contrato cuando se le termine la suspensión de seis meses que pesa sobre él. Incluso, con la posibilidad de que el castigo se reduzca en su totalidad por el reclamo hecho por el delantero y su equipo de abogados, haría que su renovación se haga antes de lo previsto, según informó la web Lance.
Temen por el pasado de Adriano
De concretarse la renovación de Paolo Guerrero, el que se quedaría sin posibilidades de jugar en Flamengo, sería Adriano. El exdelantero de la selección brasileña no tiene en problemas en recibir remuneración económica y ha mostrado buen trabajo en el aspecto físico en las últimas semanas. A pesar que el atacante fue invitado por un directivo del club, su permanencia es complicada, debido a sus problemas extrafutbolísticos que muchas veces no le permitieron tener un ritmo de competencia regular en Europa.
Por ahora, Paolo Guerrero trabaja en el complejo Buenos Aires Football (BAF) de Benavídez en la localidad de Tigre, 33.7 km de la capital, cuyo propietario es el exjugador Matías Almeyda, actual estratega del Chivas mexicano. El tiempo de viaje en auto es de 43 minutos. El delantero, quien cumple una sanción de la FIFA de seis meses por doping, entrena con un equipo de profesionales y sigue un plan específico asignado por el comando técnico de la selección peruana.
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— Diario El Bocón (@elbocononline) 8 de febrero de 2018