Cienciano del Cusco era la rebelación de la Copa Sudamericana 2003. Un conjunto de provincia jamás había llegado tan lejos como aquel dirigido por Freddy Ternero.
La ilusion peruana nacía y desde el Perú profundo, desde la Ciudad Imperial, los músicos creaban lo que se convertiría en el himno de ese conjunto que le dio finalmente la máxima alegría del fútbol peruano en los últimos años.
Derrotaron a River Plate por 1 a 0 con un gol de tiro libre de Carlos Lugo, luego de robarle un sufrido empate 3 a 3 a uno de los más grandes de Argentina en el mismo Estadio Monumental.
Upa que upa que upa papá.