⁃ Perú jugó 5 partidos sin él. 2 oficiales ante Nueva Zelanda y 3 amistosos ante rivales europeos. Fue un empate y 4 victorias con 9 goles anotados y 1 recibido. Cifras nada desdeñables.
⁃ El retorno de Guerrero supondrá que su presencia se note más cerca al área y no por todo el frente, como se aprecia cuando está Farfán que va por bandas y llega con mayores recorridos desde atrás.
⁃ Gareca tendrá que dosificar las exigencias con él, en función de las evaluaciones físicas que hayan realizado estos días. Se espera que juegue a lo sumo 60 minutos.
⁃ Perú recupera a su referencia como punta, para recibir de espaldas al arco, abrir espacios para los 3 medios ofensivos y aprovechar su control y definición como hombre de área. A la vez, el grupo de los últimos meses, perderá a uno de sus miembros que, forzosamente, saldrá de la lista y deberá asumirlo con madurez.
⁃ Se recupera también el juego aéreo que ofrece Guerrero en ataque para el pivoteo y definición y en el aspecto defensivo ante las jugadas de pelota parada del rival.
⁃ Se adquiere poderío en el banquillo. Perú podrá tener mayores variantes que le permitan cambiar estrategias de ataque en función a las necesidades que el rival y el marcador planteen dentro de un partido.
⁃ El equipo deberá resistirse a la tentación de que el ataque dependa de lo que ofrezca Guerrero y tendrá que sostener la sana costumbre que adquirió sin él, de encontrar muchas más variantes.
⁃ Habrá que descubrir si Gareca junta en el once a Farfán y Guerrero para lo cual lo más probable sería que prescinda de la titularidad de André Carrillo o de Yotún, haciendo a su vez, en este último caso, retroceder a primera línea a Flores.
Más allá de estas consideraciones que quedan a criterio del técnico, todo equipo que vuelve a tener a su referente principal luego de una prolongada ausencia, debería potenciarse y eso es lo que se espera de la blanquirroja. En el "verde" se observarán las respuestas a tanta incógnita.