Ricardo Gareca hizo lo que cualquier técnico peruano soñó hacer. Desde el 82 pasaron 19 entrenadores con diferentes perfiles y solo él nos logró clasificar al Mundial. Cuando llegó al país dijo “yo creo en el jugador peruano”, y poco a poco nosotros también creímos. No fue fácil para él, fue un camino largo, pero hoy el Tigre ya se sienta en la misma mesa que los mejores del mundo.
Me remonto a 2015 para recordar que lo primero que hice cuando me enteré de que Ricardo Gareca iba a ser el entrenador de la Selección Peruana , fue llamar a colegas argentinos para pedirles referencias. Todos coincidieron en la misma palabra: tipazo.
En varias oportunidades he podido ver entrenamientos de Ricardo Gareca y además he conversado con jugadores sobre las prácticas y no he encontrado nada revolucionario en sus trabajos de campo que me explique el porqué de su éxito. Investigando y buscando información, me topé con una entrevista de la revista El Grafico que quizá explique mejor su método.
“Me parece que lo más importante es el rol de conductor, porque si el DT está bien con el plantel, las falencias que pueda tener, el grupo mismo se encarga de enderezarlas, forman como una comunión entre técnico y plantel y ambos se respaldan. Si no hay una buena conducción, empiezan las divisiones y se complica todo”, señalo el argentino en 2009.
Si bien el Tigre mejoró cosas netamente futbolísticas de nuestra Selección Peruana, como el repliegue y la responsabilidad defensiva, y también tuvo decisiones muy acertadas como la elección de jugadores y el sello del 4-2-3-1, su principal virtud está más vinculada con el manejo del grupo. El peruano es complicado y al Flaco nunca se le escapó de sus manos.
Ricardo Gareca, poco a poco, le inculcó su personalidad al plantel que eligió. Perú se convirtió en un conjunto solidario y con mucho sentido de pertenencia. El equipo se transformó en un grupo en el que todo jugador peruano quiere pertenecer. Si al técnico siempre se le ve sobrio, al equipo también se le ve así dentro y fuera de la cancha.
Pero ahora hay que decir que no fue una tarea simple para el DT llegar hasta donde está. Nadie le regaló nada. Dirigió mucho tiempo en la segunda de su país y le fue muy mal en diferentes equipos, como Independiente y Palmeiras. “Dirigí mucho tiempo en segunda por derecho de piso, me sirvió para foguearme. A veces terminaba el partido y tenía el saco lleno de saliva. Una vez, me tiraron un balde lleno de pila”, contó Ricardo Gareca.
Al argentino lo formó su carrera, de futbolista era muy impulsivo. Una vez lo suspendieron 19 fechas por insultar a los árbitros. Ahora, con toda su experiencia, mantiene el mismo semblante en la victoria o derrota. No se inmuta por alguna pregunta incómoda y no deja titulares. Ese es el Ricardo Gareca que recaló en Perú. Preparado y maduro.
Se le contrató para competir y claramente terminó haciendo mucho más. Todos ya saben. Clasificamos al Mundial, nos metió en la pelea en todas las Copa América que disputó y principalmente unió a todo un país en tiempos de crisis. La sumatoria entre ser un tipazo, ser luchador y tener las cosas claras en su profesión le dieron el mejor resultado a Ricardo Gareca. Hoy el Perú lo ama como a nadie, y él ya está en otro nivel en su carrera. No sé quién le hizo mejor a quién. Lo cierto es que nuestro DT fue nominado esta semana para el premio The Best, junto a otros 9 entrenadores, para ser el mejor director técnico del año. Quizá llegó el momento de poder retribuirle algo por su buena conducción al mando del equipo de todos. Votemos por él, por Ricardo Gareca, The Best.
► Los técnicos que dirigieron a sus hijos en el fútbol peruano [FOTOS]
► Fueron cracks pero no se atrevieron a ser técnicos [FOTOS]
► La razón por la que Kevin Quevedo se convirtió en el nuevo ‘Killer’
► Alianza Lima venció a Millonarios y se coronó campeón de la Bogotá Cup
► ¿Qué necesita la Selección Peruana Sub 23 para clasificar a la semifinal de los Juegos Panamericanos Lima 2019?