Cecilia Pérez, ministra de Deporte de Chile, fue la encargada de comunicar en conferencia de prensa la postura del país transandino a ser sede de la final única de la Copa Libertadores a disputarse entre el club argentino River Plate y el brasileño Flamengo, el próximo 23 de noviembre, en el estadio Nacional de Santiago.
El gobierno presidido por el presidente Sebastián Piñera se mantiene en la posición de a hacer el evento pese a las protestas, manifestaciones y disturbios desatados en su territorio desde hace 13 días.
Curiosamente el país trasandino también renunció en la fecha a organizar las cumbres de la Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) y la conferencia contra el cambio climático COP25 que debían celebrarse entre la quincena de noviembre e inicios de diciembre, respectivamente.
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La Confederación Sudamericana de Fútbol había ratificado el pasado 20 de octubre su intención de mantener la final en Chile. Se habló de una sede alternativa y la especulación periodística ponía como posible escenario el estadio General Pablo Rojas, conocido popularmente como La Nueva Olla, que alojará la final de la Copa Sudamericana entre Colón de Santa Fe y el ecuatoriano Independiente del Valle, el 9 de noviembre.
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Dentro de este contexto, este miércoles, el ministro del Interior de nuestro país Euclides Acevedo aseguró que el gobierno está preparado para garantizar la seguridad en caso de que la Conmebol decida que la final de la Copa Libertadores también se dispute en la capital paraguaya.