Cuando Gilbert Álvarez planificó casarse el 28 de diciembre, lo hizo pensando en que, en esa fecha, ya estaría de vacaciones. No sabía, por supuesto, que conflictos sociales en Bolivia obligarían a suspender el torneo por más de un mes.
El goleador de Jorge Wilstermann menos imaginaba que ese mismísimo 28 de diciembre, como si se tratara de una broma por el día de los inocentes, su equipo disputaría el partido decisivo por el título del Torneo Clausura.
Pasó. Los retrasos ocasionaron que el último partido del campeonato boliviano se lleve a cabo el mismo día de su boda. Y Gilbert, dando la contra a los incrédulos, consiguió estar en ambos eventos.
Mientras su novia se alistaba para uno de los días más importantes de su vida, el delantero de 27 años llegaba al Félix Capriles de Cochabamba para enfrentar a Oriente Petrolero en uno de los partidos más decisivos de su carrera.
Gilbert Álvarez, quien con la selección marcó su único gol a la bicolor, estaba listo para jugar el partido que, con un triunfo, le daría el título del Clausura y el cupo a la Libertadores, pero solo 45 minutos. Solo 45, porque en la puerta del estadio ubicado en el cruce de las Avenidas Simón Bolívar y Humboldt, lo esperaba un auto listo para trasladarlo al aeropuerto.
"Fue una situación muy difícil de manejar. No podíamos dejarlo ir. Pudimos hacer que lo esperen afuera del estadio para llevarlo al aeropuerto y que tome un vuelo a Santa Cruz", explicó el entrenador argentino -conocido en Perú- Cristian Diaz, quien finalmente le dio permiso para retirarse.
Así fue. Cuando llegó el entretiempo y el marcador indicaba un 1-0 a favor de los locales, el artillero (23 tantos en 45 partidos en 2019, el año más goleador de su carrera) cambió la cancha por un avión, para recorrer los cerca de 500 km. y contraer matrimonio. Finalmente, las cosas salieron bien: él se casó y Wilstermann -que ganó 3-1- salió campeón. Y, aunque no estuvo en la celebración, todos quedaron felices.
"Gracias a Dios por este 2019 lleno de bendiciones. Feliz 2020 para todos", publicó en su Instagram, junto a fotografías de su boda, la copa y, como sorpresa extra, la ecografía de un bebé en camino. Sin dudas, un buen año para él.