Miguel Miranda hizo partidazos en el arco de la Selección Peruana, especialmente ante Chile. Realizó atajadas espectáculares con diferentes equipos. También se ‘comió’ terribles goleadas. Pero su mayor logro ha sido ganarle el ‘partido’
a la muerte, en tres ocasiones. Y hoy, ‘Miguelón’ sigue de pie para contarnos sus experiencias.
En 1994,jugando la Libertadores con la ‘U’, te apuntaron con una pistola… ¿Cómo fue eso?
Sí. Fue en Medellín, Colombia. Allá dijeron que solo me apuntaron con una billetera, pero yo estaba frente de esa persona y vi como sacó la pistola. Si me quedaba a preguntarle si por taba una pistola o una billetera, seguro ya no la contaba. Total, ese partido ante el DIM lo termine jugando. Así se jugaban los torneos en esas épocas.
También sufriste un accidente en Ica en 2003…
Esa noche regresabamos de Ica en una camioneta, tras jugar por Estudiantes de Medicina. Estaban Kojhi Aparicio, Bica, Ismael Alvarado y Rubén ‘Panaderito’
Díaz. Nos dimos tres vueltas de campaña. Solo recuerdo que un bus interprovincial me cerró el paso y cuando desperté estaba en
un hospital con el brazo roto.
De milagro sobreviviste…
Todos dicen lo mismo. Cuando estaba en el aire pensé que me estaba yen- do al cielo. Cuando bajaba, creía que me iba al infierno (sonríe). Es verdad fue un
milagro salir con vida. Ismael Alvarado llevó la peor parte, pues se
fracturó la pierna. Yo tarde un año en recuperarme.
¿Y luego sufriste un paro cardíaco?
Fue por un mal congénito. Esa vez estaba con mi compadre Teddy Cardama. Ibámos a jugar una pichanga y pasó eso. A él le debo mi vida. El doctor me puso dos veces las descargas y no reaccionaba. Me dio por muerto. Teddy peleó para que me reanime y cuando me pone la tercera para demostrar que
estaba muerto reaccione… Ahí le tape los penales a la muerte.
Cómo dicen, ¿tienes siete vidas?
Creo que tengo una misión en la tierra. La estoy buscando.
Fuiste parte de una selección que estuvo muy cerca de clasificar al Mundial…
¿Sabes cuál fue el éxito de ese grupo? El profesionalismo y el compromiso que asumimos. Todos salíamos a ‘matar’ por nuestra camiseta y no había titulares ni suplentes. Los que venían de Europa sumaban, enseñaban y eran profesionales. Y teníamos un gran líder como Juan Carlos Oblitas.
¿Quieres decir que ahora no hay compromiso?
Si no hay un grupo sólido, te complicas. En resultados, la tabla dice que no estamos bien y, si seguimos así, no iremos al Mundial. Necesitamos ganar lo que se venga y esperar que otros caigan. Todo será difícil, porque hay selecciones muy fuertes.
¿Cómo ves a la selección que hoy está penúltima?
Hay que respetar los procesos y apoyar al técnico que está trabajando. Tenemos un buen grupo, pero los jugadores deben asumir un compromiso y enfocarse en conseguir los objetivos. Y, lo principal, cuidarse y no hacer otras cosas cuando son convocados.
¿Una de las dudas en la selección está en el arco? ¿Quién debe atajar?
Ricardo Gareca hace lo correcto. Gallese, Libman y Penny destacan acá, pero la verdad es que ninguno sobresale. Hay uno que no está llamado y pasa por un mejor momento: Leao Butrón. En el Perú no se trabaja con un preparador de arqueros.
¿Cómo vivías aquellas convocatorias?
‘Mataba’ por mi selección. En el 2000 vine de China para jugar ante Brasil. Viajé más de un día y no comí ni ceviche por temor a que me caiga mal. Me cuidaba mucho. Los chicos deben entender que la selección no es cualquier cosa. Tiene que haber más profesionalismo.
Los chilenos te recuerdan con mucho ‘cariño’…
Esos partidos para mí eran una guerra. Me transformaba para esos juegos, rran muy especiales. Zamorano y Salas me decían “Déjala pasar, Miguel”. Les ataje penales y hasta me peleé en su cancha. Pasé de todo.
Romario te tuvo loco en la Copa América de Bolivia…
En esa Copa muchos pensaban que estabámos de paseo. Yo dije: “Si le ganamos a Argentina, me voy campeón”. Pero ahí hay un claro ejemplo de que todos no se sumaron al compromiso. Algunos solo pensaban en cambiar camisetas con los jugadores famosos, y otros ya querían regresar al Perú.
¿Qué tal la experiencia en China?
Me contrató el Shenyang y me fue bien. En China el fútbol está creciendo. La economía mejoró y eso se ve reflejado en su crecimiento y en el apoyo al deporte. El hincha sigue al equipo. Dentro de poco darán que hablar.
¿Regresarías allá?
Allá apuestan mucho por el fútbol sudamericano y quieren imitar todo lo bueno que tenemos acá. Tengo una oferta para trabajar allá, pero también hay posibilidades de trabajar aquí. Vamos a ver qué decisión tomamos.
Te salvaste tres veces de morir. ¿Crees que tu misión es llevar a la selección a un Mundial…
¡Esa es! No, tranquilo, voy paso a paso. Respeto los momentos de todos. Más bien, hay que apoyar al DT de la selección. Hay que enfocarse, porque si llegamos a un Mundial, todos seremos felices.
| “Sí, tengo la cara de malo” |
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| Miguelón’ siempre metía miedo por su corpulencia y tamaño. Era quien salía en defensa de sus compañeros, y nunca olvidará la broncaza con los carabineros de Chile, en 1997. “Nos hostigaron. Y llegando al estadio, los policías nos agredieron. No sabes cómo me puse. Agarré a dos y les pegué”, contó. |
| A goleadas aprendí… |
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| El ex portero reconoce que se ‘comió’ varias goleadas en su carrera, pero asegura que nunca se bajoneó y que eso lo hizo más fuerte. “Es feo perder por goleada. Recuerdo que en la Copa América del 97, después ganarle a Argentina, perdimos 7-0 con Brasil. Con ‘Muni’ caímos 7-0 ante Alianza, y en el 94, atajando por la ‘U’, ante Sport Boys”, recuerda. |