Alianza Lima: sentido homenaje a caídos del Fokker en Huanchaco

Huanchaco volvió a llorar la trágica partida de Marcos Calderón y sus ‘potrillos’. Para los hinchas de Alianza Lima que viven en este balneario, la herida que dejó el Fokker jamás cicatrizará y aquel plantel de Alianza de 1987 siempre vivirá en sus corazones.

A las 10 a.m., la histórica iglesia del balneario repicó sus campanas para anunciar la misa por los 28 años de la tragedia. Las palmas resonaron cuando Mario Pérez Merino, presidente de la Asociación de Simpatizantes de Alianza Lima Trujillo (ASALT), anunció la presencia de Víctor ‘Pitín’ Zegarra, leyenda viva del club íntimo y precisamente el último entrenador que vio con vida a los ‘potrillos’ del ‘Chueco’ Calderón.

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“En 1987 yo era entrenador del Deportivo Pucallpa, el club al que los ‘potrillos’ ganaron antes de partir de regreso a Lima con la punta del torneo Descentralizado. Hoy tengo sentimientos encontrados: estoy triste, pero alegre también porque estoy con el pueblo de Alianza Lima recordando a sus mártires”, dijo ‘Pitín’.

Tras la misa, ‘Pitín’ encabezó una caravana hacia el tradicional muelle de Huanchaco. Sobre la estructura, el ex volante fue testigo de un homenaje único en el Perú: el ingreso de una veintena de caballitos de totora conducidos por pescadores con la camiseta blanquiazul en el pecho. “Dieciséis de esos caballitos representan a los jugadores caídos. Es nuestro homenaje a un equipo que jamás olvidaremos”, manifestó Evaristo Leytón Venegas, presidente de la Asociación de Simpatizantes de Alianza Lima Huanchaco.

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La ceremonia, tan emotiva como las lágrimas que ‘Pitín’ Zegarra no dejó caer, concluyó con la entrega de ofrendas florales al mar de Grau. Entonces, ‘Pitín’ caminó hasta la punta del muelle y vio cómo su ofrenda desapareció en el horizonte del océano, tal como se fueron Marcos Calderón y sus ‘potrillos’.