A pesar que ha pasado más de un día desde que Cusco FC ganó y salvó la categoría profesional, la voz de Alfredo Ramúa aún se quiebra. “El grupo se mantuvo siempre unido y eso fue una fortaleza en todos los momentos difíciles que hemos vivido. La gente de experiencia puso el toque de calma que también era necesario en una situación adversa”, declaró a La República.
Se posiciona como uno de los jugadores más identificados con el club. Tras sus ocho temporadas, no pudo contener las lágrimas cuando el árbitro terminó el partido, con triunfo de 2-1, ante Sport Huancayo. “Fueron lágrimas de felicidad porque no merecíamos bajar. Desde los utileros hasta el comando técnico trabajó para que Dios nos dé la oportunidad de seguir en primera”.
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Cusco FC salvó la baja llegando a los 25 puntos y por mejor diferencia de goles. Solo ganó 6 partidos en el año, uno gracias a un reclamo sobre Cienciano, que apeló al TAS para recuperar los dos puntos restados. “No hay una explicación a lo que pasó. Solo Sporting Cristal nos pasó por encima, siempre hemos sido parejos e inclusive tuvimos más chances de ganar. No se dieron los resultados y eso afectó”.
Alfredo Ramúa terminó contrato con el club, pero la directiva ya le ha comunicado su intención de retenerlo por un año más. En la semana se definirá su futuro deportivo.