Por: Mariano López V.
Aplausos, solo aplausos. El sueño de Alianza Lima se acabó, pero su lugar en la historia del fútbol femenino peruano quedará escrito para siempre.
La Copa Libertadores Femenina 2021 se recordará como la primera edición del certamen en la que, tras jugarle de igual a igual a equipos con el doble, triple y hasta cuádruple de recursos (y eso queda corto), un valiente club peruano sumó seis puntos y terminó pasando la tan temida fase de grupos. La derrota de ayer ante Corinthians, ganador de los dos últimos torneos brasileños y dos veces campeón de la Copa, quedará como una simple anécdota.
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Por primera vez en el certamen, el equipo dirigido por Samir Mendoza salió al campo consciente de sus propias limitaciones y de la superioridad del rival. Desde esa postura, el director técnico blanquiazul entendió que lo mejor era priorizar el aspecto defensivo, hacer el partido lo más largo posible y guardar a su ‘9′ (Adriana Lúcar) para el último respiro. Era entendible y hasta cierto punto lógico, pero estaba sujeto a algo: no recibir goles. Hacerlo cambiaría toda la estrategia inicial.
Ningún equipo peruano había superado la fase de grupos de la Copa Libertadores Femenina hasta ahora. Foto: Alianza Lima Femenino
Corazón para luchar
En menos de un minuto, eso fue justo lo que ocurrió. Tamires sorprendió a una dormida zaga íntima para poner adelante a las brasileñas. Por suerte, la reacción peruana no se hizo esperar: Sandy Dorador anotó tras una asistencia espectacular de la colombiana Wendy Bonilla (13′). Recibir un gol de tiro de esquina a solo segundos del final del primer tiempo (Victória, 46′) fue demasiado golpe para el cuadro aliancista. La parte complementaria fue un monólogo de Corinthians, culminado por otro tanto de Victória (54′) y el 3-1 final.