“A las 8:05 de la noche me entero por el chofer que los iba a recoger, que el avión no había llegado. Y me pareció raro porque era un avión chárter. Ahí me entró una bilirrubina y me fui corriendo al aeropuerto”, recordó Alex Berrocal como si fuera ayer. El coordinador de aquel plantel de Alianza Lima rememora con RPP Noticias la tragedia en el mar de Ventanilla que enlutó a todo el Perú.
Berrocal, que de barrista pasó a trabajar como miembro de Alianza Lima, aseguró que por “cosas del destino” no viajó con el equipo el 8 de diciembre de 1987. Comenta que nunca faltaba a los viajes, pero en esa ocasión finalmente decidió no acompañar a los “potrillos”, a quienes consideraba como a su familia. “No viajé por esas cosas que tiene la vida que no tienen explicación. Estuve con el equipo, los embarqué, pero hubo una demora de 15 minutos, en ese ínterin me salgo de la delegación y le digo al profesor Marcos Calderón que me quedaba”.
La cruda realidad
Ya en el aeropuerto Jorge Chávez, Berrocal presentía lo peor. “A las 9:05 nos dijeron que el avión se había perdido y que no estaba en el radar, no dijeron que se había caído sino que se había perdido. Y me decía cómo se va a perder un avión, pero no había más explicación. Ya a la una de la mañana nos dijeron que se había caído”.
Todo fue desolación. El plantel de jugadores que horas previas habían derrotado 1-0 a Deportivo Pucallpa con gol de Carlos Bustamante, ya no estaba más. El Fokker F-27, que fue alquilado por Alianza Lima para ir a la selva peruana, se estrelló en el mar a escasos kilómetros del primer terminal aéreo del país.
Hinchas en Matute
Con un dolor en el pecho y lágrimas en los ojos, Berrocal regresó al Estadio de Alianza Lima ya en la madrugada del 9 de diciembre para presenciar el dolor y el incondicional apoyo de cerca de 20 mil hinchas, quienes no podía digerir la lamentable noticia.
“A los hinchas se les podría ver ya desde tres cuadras del estadio. Y ya la gente estaba en el estadio llorando y ahí se amanecieron. Tuvieron que prender las luces, yo creo que había cerca de 20 mil personas. Tuvimos que abrir las puertas esperando más noticias. El presidente autorizó que se prendan las luces y que se abran los baños. Tuve que despertar a toda la gente para que nos apoye. Don Agustín (Merino) llegó a las 5 de la mañana y se sorprendió de mi presencia, porque no sabía que no había viajado”, dijo.
El encuentro con la mamá de Luis Escobar
El excoordinador del cuadro blanquiazul no solo sorprendió a los trabajadores por no viajar a Pucallpa sino también al presidente de ese entonces Agustín Merino, que al siguiente día de la tragedia pudo observar imágenes desgarradoras de los hinchas y familiares de los fallecidos.
Berrocal caminaba a paso lento al pasar de las horas. Se contenía y consolaba a los más afectados en Matute. No podía creer que ya no volvería a ver nunca más a sus amigos incondicionales como Daniel Reyes, ‘Pechito’ Farfán y Luis Escobar. En un momento, se encontró con la mamá del ‘Potrillo’, quien lo paralizó con un sensible mensaje: “¿Qué haces acá? Has abandonado a tus amigos”.
Difícil misión
Berrocal contó que le encomendaron la difícil misión de reconocer los cuerpos de sus amigos. Recuerda que llegó a la Base Naval y les pidió un gran favor a los marinos.
“Tuve que pelear con la gente, ellos agarraban el cuerpo… Para ellos eran cuerpos inertes, para mí eran los jugadores de Alianza. Le pedí al jefe por lo menos un poco de respeto. Si me encomendaron a esta misión quiero que por lo menos los traten como seres humanos. Yo sabía que estaban muertos, pero les dije que para ustedes es rutina pero para nosotros no, para nosotros están vivos. Y los buzos se disculparon y dijeron que no iba a volver suceder”, señaló.
El adiós de grandes jugadores
Alianza Lima era el líder del campeonato tras el triunfo en Pucallpa. Bajo la batuta de Marcos Calderón, el equipo blanquiazul se perfilaba como el campeón de 1987. En su plantel destacaban jugadores como Carlos ‘Caíco’ Gonzalez Ganoza, Tomás ‘Pechito’ Farfán, Daniel Reyes, Alfredo Tomassini, quienes eran el presente y futuro de la Selección Peruana.
Asimismo, la joven dupla conformada por Luis Escobar y Braulio Tejada ya acaparaba los elogios de todos.
“Teníamos la madurez como persona, jugador y como guía de ‘Caíco’. Tenía la solidez de Farfán, teníamos la juventud de Daniel (Reyes), teníamos a un bebe como Braulio Tejada, quien iba a dejar creo yo, chiquito a Escobar. Si Escobar era un extraordinario jugador, Braulio iba a ser dos veces más extraordinario. No tienes ida de lo que jugaba. Era un chico de 16 para 17, que tenía una velocidad y un dribbling únicos”.
Anécdota con Marcos Calderón
El mítico entrenador Marcos Calderón se apoyaba en Berrocal. Y gracias al trabajo del día a día se convirtió en uno de los hombres de confianza del DT de Alianza Lima, que le dio un consejo que lo marcó.
“Cuando Marcos llega a Alianza por primera vez todavía estaba pendiente de la barra, pero también estaba viendo la jefatura del equipo. Yo terminaba mi labor y me iba a la barra. Y cuando el equipo no jugaba bien, la barra se iba con todo, criticaba. Me acuerdo que un lunes el ‘Oso’ llegó a la oficina y me dijo ‘¿Alex somos amigos o no?’”.
“En ese tiempo era imposible decirle a la tribuna que no grite, comprendía que estaba de más hacer las dos cosas. Y los mismos dirigentes me dijeron ‘Alex escoge’. Mi hinchaje no me hacía ver todo, hasta que Marcos me abrió los ojos”, recordó.
Berrocal, que recuerda con pesar lo sucedido, afirmó que este miércoles regresará a Ventanilla con un grupo de hinchas para homenajear a los caídos del Fokker, y para seguramente cantar con un tono melancólico una de las estrofas de la canción del gran Polo Campos.
"Frente al mar de Ventanilla de derrumbó una esperanza. En el mar de Grau descansan los hijos de la Victoria, pero ellos desde la gloria gritarán Arriba Alianza...".