11/05/2024

Juan Cominges: “El nombre y ser parte de la selección es algo que se debe cuidar” [VIDEO]

Miercoles 04 de Mayo del 2022

Desde hace casi tres años, Cominges se encarga de acompañar emocionalmente a los seleccionados, junto al psicólogo Giacomo Scerpella. En algún momento se le acusó de transgredir sus funciones e influir políticamente sobre los jugadores. En su defensa dice siempre haber resguardado la imagen y la unidad de la Blanquirroja.

Juan Cominges no tiene idea de cuántos coaches ontológicos han puesto al servicio del deporte sus conocimientos. Ese mapeo ausente lo convierte por defecto en alguien único en su especie.

Lo ha dicho más de una vez: cuando dejó el fútbol tempranamente sin haber alcanzado hazañas a la altura de su talento, sintió un llamado por transformar la sociedad a partir de esa profesión que se aprende jugando.

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Con ese ímpetu descubrió que el cuerpo, que nos ha acompañado a lo largo de la evolución, es el lugar donde se enraízan las emociones más genuinas.

Estudió coaching ontológico, una rama poco conocida por la que lo siguen asaltando de preguntas, pero que consiste básicamente en ayudar a alguien a conseguir sus objetivos en la medida en que esta persona se interprete mejor a sí mismo.

Luego de la salida del argentino Marcelo Márquez, esencial en el camino a Rusia 2018, el psicólogo deportivo Giacomo Scerpella y él asumieron una de las áreas claves del comando técnico: la psicodeportología.

Cominges ha llevado programas de coaching orientado al estudio del cuerpo y el movimiento.
Cominges ha llevado programas de coaching orientado al estudio del cuerpo y el movimiento. / NUCLEO-FOTOGRAFIA > RENZO SALAZAR

Suena más denso de lo que es. Pero en buen cristiano: facilitar que los seleccionados estén emocionalmente disponibles para competir. Y, claro, desterrar sinsabores que padecimos durante 36 años por no estar fuertes de la cabeza y el corazón.

En un mes se cumplirán tres años de aquel encargo. Y aunque Juan Cominges rehúya del autobombo y repita hasta el hartazgo que son un equipo, los resultados saltan a la vista: una segunda rueda arrolladora luego de una primera atroz, donde solo teníamos cuatro puntos en siete fechas.

La segunda parte de una película hasta ahora feliz, con un Cueva desequilibrante con los rivales y equilibrado con su vida. Un cambio de actitud asombroso para la platea del que él prefiere tomar distancia.

“No me gustaría personificar el tema y mucho menos con Christian, porque siento que su nombre ha sido manoseado y yo al futbolista de la selección lo respeto mucho. Pero sí te digo que siempre lo he visto fuerte”, nos dice sentado de piernas cruzadas, en la oficina de prensa de la selección, en La Videna.

Juan Cominges - coach de la selección peruana
Desde hace casi tres años, Juan Cominges se encarga de acompañar emocionalmente a la selección peruana, junto al psicólogo Giacomo Scerpella. "No hay ansiedad ni temor", dice sobre el reprechaje.

No es muy común verlo por aquí. Desde hace buen rato que no da entrevistas a diferencia de su antecesor, Nolberto Solano, que ha ocupado su misma silla con otro medio hace unos minutos.

Juan Cominges, que conserva su físico de futbolista y hasta pareciera que con algunos kilos menos, no soltará prenda sobre sus dinámicas para conducir la armonía del grupo. Todo lo contará a grandes rasgos. Pero repetirá en su discurso tres verbos con los que podría formarse una nube de palabras sobre su cabeza: escuchar, compartir, convivir.

En algún momento, un sector de la prensa lo tildó de coach político y de querer influir en los jugadores en aspectos que estaban fuera de sus competencias. Él dice no haberse sentido satanizado por ello, aunque su cuerpo indique lo contrario.

“Trato de que mis convicciones y mis ideas siempre estén entre paréntesis, porque pueden ser cuestionadas por mí mismo sobre todo. Yo sé que estoy expuesto, pero no me afectó. Pero sobre todo no quisiera que nada afectara a la selección. Siento que el nombre de la selección es algo muy fuerte que se debe cuidar”, explica, mientras se rasca la barbilla.

¿Cuál debe ser el rol de un seleccionado nacional dentro de la sociedad? ¿Tiene el deber de pronunciarse sobre lo que pasa en el país o debe dedicarse simplemente a patear un balón y recibir aplausos y críticas por ello? ¿Hasta qué punto se le encasilla, pero a la vez se reclama su voz?

Aunque asegura no poner su carrera como punto de partida, haber sido futbolista profesional  le ayuda a  entender a los jugadores y saber cómo  y cuándo intervenir. Foto: Raúl Sifuentes / Federación Peruana de Fútbol.
Aunque asegura no poner su carrera como punto de partida, haber sido futbolista profesional le ayuda a entender a los jugadores y saber cómo y cuándo intervenir. Foto: Raúl Sifuentes / Federación Peruana de Fútbol.

Para Juan Cominges, un seleccionado debe ser una fuente de inspiración por sobre todas las cosas. Y este equipo, que nos alegra desde hace cuatro años, podría ser un espejo para cohesionarnos como sociedad.

“Espero que en algún momento seamos un país que se tolere y conviva en paz. Y que toda esa diversidad que tenemos sea puesta al servicio de objetivos comunes y mayores”, comenta.

Desde la última contienda política, Juan Cominges se ha marchado del Twitter, ese espacio donde la gente puede intercambiar ideas, pero también acuchillarse con 280 caracteres. “No creo que vuelva más”, dice.

Por ahora su mente solo está en Qatar, y en seguir acompañando al equipo.

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