El próximo domingo 16 de julio se celebra el Día del Pollo a la Brasa, y las pollerías estarán repletas de comensales. Este es uno de los platillos favoritos entre los peruanos, pero muchos desconocen que hay una parte que no es recomendable ingerir.
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Nunca cae mal un pollo a la brasa, con sus crocantes papitas, sus cremas y por qué no, acompañado de sus respectivas cremas. Pero, hay que prestarle mucha atención al 'pellejito' que es considerado por muchos como la "mejor parte" de este plato.
Si bien es cierto el sabor del pollo a la brasa es muy delicioso, contiene un aproximado de 500 a 600 calorías, esto sin contar las 150 adicionales por el aceite, teniendo en cuenta que no se debe exceder las 700 calorías en una cena o almuerzo.
¿Por qué no se debe de comer la piel del pollo a la brasa?
Según el nutricionista Marco Taboada señaló que el pellejo del pollo a la brasa contiene colesterol y grasas dañinas para el organismo, según un artículo publicado por el Seguro Social de Salud del Perú.
"La suma total de calorías es lo que lleva a una persona al sobrepeso y obesidad con el riesgo de padecer diabetes u otras enfermedades", indicó el experto en salud.
Por otro lado, la piel del pollo tiene las llamadas grasas trans, las cuales aumentan más que otras el nivel de colesterol en la sangre y al calentarlo en la brasa pierden las propiedades nutritivas debido a las altas temperaturas.
Hay que tener en cuenta que el pollo a la brasa no provoca enfermedades, pero los excesos sí. Además, la abundancia de calorías en nuestro organismo nos hace propensos a sufrir problemas cardiacos, sobrepeso y obesidad, arteriosclerosis, diabetes y síndrome metabólico.