— ¿Algún día dejaremos de estar acostumbrados al jugador menudito y habilidoso?
Está cambiando. Es una cuestión también de empezar a analizar el fútbol internacional y ver qué tipo de jugador requiere el medio. Necesitamos jugadores veloces. Si al talento no lo acompaño con aceleración y fuerza, el chico no se transformará en un jugador de fútbol. Voy a tener un jugador de losa, pero no un jugador de fútbol.
—¿De qué adolecemos?
Nuestra necesidad es desarrollar físicamente. Porque nuestra cantidad de proteínas que ingerimos no es la acorde para el deporte de alto rendimiento, porque nuestra población no es tan fuerte, y porque no tenemos educación física en las escuelas. La mayor deficiencia es el desarrollo físico.
— ¿Tenemos laterales que sepan centrar?
Pero fíjate, tirar un centro es una técnica. Y la técnica se aprende. Claro, tiene que haber alguien que te corrija el error. A algunos, con más talento, se les hará más fácil. Messi es el mejor ejemplo: se queda luego del entrenamiento a practicar centros. Es el mejor jugador y sigue mejorándose. No puede ser que tengamos laterales que no hagan el trabajo extra para mejorar sus puntos flojos.
— Contamos con pocos extremos que encaren. Muchos que dan el pase seguro, al costadito...
Está bien tu apreciación. Creo que es una cuestión de moda. Estamos copiando al fútbol europeo, porque antes los extremos peruanos eran encaradores. Copiamos el fútbol europeo que prioriza el pase. Nos estamos matando. Entrenamos como europeos, cuando tenemos otras necesidades. Ellos tienen la parte física resuelta y deben añadirle la técnica. Para nosotros es al revés. No podemos copiar los modelos europeos sin desarrollar lo físico. Por eso nos sacan ventaja. Debemos priorizar lo que sí hacemos bien. Retornar a las raíces.
— ¿En qué países tenemos más bolsones de jugadores potenciales?
Estados Unidos es donde más se acentuó la comunidad peruana. Hay peruanos por todos partes. Después hemos localizado una buena cantidad de gente en Argentina y en Europa, en Suecia y España. En los países nórdicos hay varios. Los scouts que trabajaron conmigo rastrean todas esas comunidades. La idea es que se nos escapen los menos posibles, pero siempre se nos escapará alguno.
— ¿Cuáles dirías que son los hallazgos de tu gestión?
Bueno, Alexander Robertson (Manchester City), pero la verdad hemos perdido la comunicación. Lo llamamos, le escribimos y no nos responde. Apareció un chico interesante en Argentina, Gonzalo Aguirre, de Nueva Chicago, volante central. Todo apunta a que puede ser un gran jugador.
— ¿La parte más difícil es convencer?
Hace dos meses te hubiera dicho que era la parte más fácil, pero hoy siento que es un tanto complejo. La parte de papeles no es tan fácil y los procesos se demoran. Los chicos aparecen y desaparecen. Matteo Pérez, lateral izquierdo del Bayern, ha preferido a la selección sueca. Es una pena. Pero tampoco está mal. Y no significa que no venga. A lo mejor viene en otro microciclo. No estamos en condiciones de cerrarle la puerta a nadie.
— ¿Qué sucedió con el hermano de Catriel Cabellos?
Axel juega de lateral en Racing y, además, es el lateral de la selección Argentina, categoría 2006. Intentamos traerlo. No se pudo.
— El trabajo es insistir...
Sí, hoy te dicen que no, pero después quién sabe. Los chicos juegan con sus intereses. Hay que seguirlos.
— Algo que me llama la atención es lo poco que nos hemos fijado en los afroperuanos...
La cualidad más importante que considero es la velocidad y los más veloces son los afroperuanos. Pero hay que entender algo: yo no puedo ir a buscar un chico, meterme en El Carmen y traerlo, porque no tiene club. Quienes tienen que hacer ese trabajo son los clubes.
— Cuéntanos cómo trabaja el área de captación en provincias...
Estuve hace un mes en Tumbes para ver a un chico categoría 2007. Nosotros tenemos en todas las regiones unas entidades que se llaman Centro de Captación y Desarrollo, que visualizan todos los torneos de la región. Lo hacen con unas planillas subjetivas que armamos con los técnicos de las divisiones menores de la selecciones. Aparten graban los partidos. Fuimos a Tumbes y también hay jugadores rápidos y grandes. Hace unas semanas estuve en Trujillo y también vi otro. Calculo que vamos a tener un universo de 20 jugadores que convocaremos antes de fin de año y con eso vamos a poder decir: recorrimos todas las regiones del Perú. Lamentablemente el fútbol crece donde hay más competencia y eso sucede en Lima. La gente tiene que saber que la mayoría de jugadores de Lima son del interior. Los clubes empiezan a ver un negocio.
— ¿Cuántas personas conforman cada uno de esos centros?
Son dos o tres personas por región. Un administrador que sube los datos y dos técnicos que recorren los clubes. La captación se presta a vicios de corrupción. Tratamos de eliminar eso. Para eso armamos un proceso. La gente va con la planilla a grabar los partidos. Después nos pasan las planillas. Un día uno va a ver Copa Perú y el otro Copa Federación, luego intercambian, y los dos deben coincidir con sus análisis sobre los jugadores. Luego nosotros vemos los videos. Tenemos un equipo que desarrolló un algoritmo y un software. Nos permite meterle información estadística de los partidos y darte todas las virtudes del jugador. Así somos objetivos.
—Pero puede ser engañoso. ¿Cómo se hace con los jugadores que ni la tocan, pero meten dos goles por partido?
Por puesto tenemos parametrado lo que deben hacer. Los muchachos analizaron los tres últimos sudamericanos sub 20. Acción por acción. Jugador por jugador. Son como tres mil jugadores. Estuvieron cinco meses armándolo. En base a unas cuestiones matemáticas hayamos las acciones más importantes para clasificar a los mundiales por cada puesto. El volante mixto es el que tiene más acciones: 39.
— ¿Al dirigente peruano promedio le interesan las divisiones menores?
Los clubes se están profesionalizando. Antes en regiones no existía nadie. Ahora hay dirigentes que están entendiendo que los jóvenes son una inversión: bajan sus planillas y pueden venderlos luego. Se hace un círculo virtuoso.
— Sueles ver el vaso medio lleno, ¿no?
Sí, hay que darle para adelante.
— ¿En qué te basaste para armar tu modelo?
En la necesidad fui pensando en dos películas que me marcaron: Curvas de la vida y Moneyball. Las dos de béisbol. El béisbol trabaja mucho con las estadísticas. Son las dos miradas que intento poner en la búsqueda. Una es la parte puramente estadística que es Moneyball y la otra es la del viejo que sabe mirar. En la captación tratamos las dos cosas: la estadística, pero respaldada con la mirada y viceversa.
—¿Cómo van los otros muchachos desperdigados por el mundo?
No todos los jugadores que están en el exterior son mejores que los de acá. En el caso de John Cortéz (New York Red Bull) ha decidido ir a la universidad con Diego Otoya (San José Earthquakes) para seguir jugando al fútbol. Eso no significa que no los convocaremos más. Seguirán siendo evaluados. A Ryan Chávez (Southampton) no le salen los documentos, pero queremos traerlo. Nosotros no podemos hacer los papeles. El mismo jugador debe hacerlo. Si hablo con Cancillería sería un delito.
—¿Qué van a hacer con Robertson?
Robertson ha cerrado las comunicaciones. Nos hemos comunicado con gente que ha jugado con el padre y no le responde a nadie. Si él tuviera interés se comunicaría. Pienso que está viendo otras opciones. Vamos a ver. Con fe.
—¿Qué se le ofrece al jugador para venir aquí?
Pasajes, alojamiento en Videna, la ropa de entrenamiento y que vista la Blanquirroja. Los chicos tienen un gran apego a lo latino. Tienen ese querer hacia Perú. Hace poco hablamos con un jugador venezolano Sub 17 (José Carlos Miller del Caracas FC), padre peruano, madre venezolana, y el papá se emocionó hasta las lágrimas de saber que lo queremos.