ENTREVISTA: “Reynoso es superdirecto. No me sorprendió su exigencia, vivo afuera y los que quieren grandes cosas son así”
-La primera vez que vine fue antes del clásico. Me conmovió ver a todos tan entregados a Dios. Y mira, desde entonces no perdemos.
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Quizá el Hno. Myckuol Córdova Yáñez no lo sabe, pero mientras regresa a su casa de Chorrillos el hincha de Universitario no ha parado de tuitear sobre la simbólica bendición en la que él ha sido participante estelar: la inauguración de la primera etapa del CAR merengue, único y pionero en el país, que ha contado con la presencia de tanta gente que tanto bien le ha hecho a la ‘U’ en los últimos años, ese club de la pelea. Por ahí está Jean Ferrari, orgulloso administrador crema, que le pide al Ciego Oblitas acercarse para convertirse en padrino de este predio, donde pronto entrenarán más Orejas Flores, más Raúl Ruidíaz, más Piero Quispe. “Este camino está empezando de forma responsable, aterrizada y con la mística del más grande”, dice. Oblitas, en representación de la FPF, pero sobre todo de aquella generación finalista de la Libertadores 1972, refiere que “Universitario es un ejemplo a seguir”. Cuánto tiempo ha pasado desde que alguien decía eso de la ‘U’. Manuel Barreto y Piero Alva, Director Deportivo y Jefe de la Unidad Técnica, y por sobre ello, cremas químicamente puros, coinciden en una frase que hace eco en los cinco ambientes del CAR, que todavía huele a nuevo: “Tenemos el orgullo tremendo de estar en este momento de la historia de la ‘U’”.
Y como en Universitario, el club de la deuda monstruosa de 150 millones de dólares (VER AQUÍ), se cuidan las piernas pero también las finanzas, Brian Tong Tam, Project Mánager del CAR, explica, para los curiosos: “Tuvimos que tocar puertas para obtener esos 300 mil dólares que cuesta el proyecto. No se tocó ningún recurso económico de la ‘U’”.
¿Cómo es posible que la ‘U’ haya podido conseguir ese dinero? Los gurús del marketing le llaman gestión. Es eso, sin duda, pero también confianza: este 2022, Universitario ha concretado siete sponsors principales para lucir en la camiseta, el estadio Monumental y todas las sedes, además de tener por primera vez dos marcas exclusivas solo para el fútbol femenino (Wawasana y Vitagel). El otro campeonato, el que se juega en las tribunas, también tiene otra marca, jugada la fecha 11 del Clausura. Pese a su irregular campaña, es el club que más hinchas llevó a sus partidos como local, con un total de 256.012, versus su más cercano perseguidor, Alianza Lima, con 226.192.
Eso es confianza.
Y a partir de ella, cuando el Project Manager Brian Tong dice que hubo que tocar puertas, no exagera. Tanto Marcadores 147 como Marathon aceptaron incluir en sus contratos el apoyo económico para construir esta primera etapa del CAR, conscientes del arrastre que tiene un club como la ‘U’. Pero no era suficiente. El equipo de marketing de Universitario, liderado por Carlos Felipe Barrientos, fue a tocarle la puerta a la familia Hiraoka, quienes se entusiasmaron con el proyecto y decidieron colaborar desinteresadamente en él. Tanto así que la familia, siempre discreta y bastante alejada del ruido de los medios (VER AQUÍ), le pidieron al club una sola condición a cambio de involucrarse: tener la menor exposición posible.
Esto puedo decirlo yo, claro: de no ser por la familia Hiraoka, el CAR de Universitario que hoy es tendencia sería aún unos planos en las oficinas del arquitecto Rodrigo Banchini y el ingeniero Carlos Hidalgo.
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La primera vez que lo vi, Campo Mar tenía un largo camino de palmeras que llevaban a donde estaba mi papá. Era un trocha larga al infinito: las palmeras conducían al mar de Lurín y allí, a cientos de kilómetros, mi viejo navegaba por meses en un submarino gigante de la Armada Peruano. Sabía que el mar se lo llevaba pero también, y eso era lo más importante, que me lo devolvía una o dos veces por año. La familia que éramos solo se completaba con su regreso, vestido de uniforme. Y solo éramos felices cuando él nos hablaba con ilusión de su equipo, la ‘U’.
Esa ‘U’, peleando con lo último que le queda el campeonato Clausura, herida por los desaciertos deportivos de la temporada, ha vuelto a ser una buena noticia. Lo que ocurra en más probablemente no lo veremos. Ocurrirá lo mismo que pasó con aquellos socios que compraron las 52 hectáreas de Campo Mar, con el pase de Roberto Chale a Defensor, y completaron la construcción del edificio principal con el pase de Jota Jota Oré a Grecia.
Será un sueño para los que vienen. Será una herencia.