De pronto 30 mil almas caben en el pecho de Sandy Dorador. Si el símbolo íntimo está feliz, Alianza Lima está feliz y si ella derrama lágrimas, el llanto de emoción es de todo el pueblo blanquiazul. Esa es su historia, es la historia de cada uno: cuando los sueños están para cumplirse, Matute puede ser el escenario perfecto.
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Alianza se coronó Bicampeón de la Liga Femenina de Fútbol con Sandy Dorador como la gran abanderada con un gol y una asistencia en el 3-0 sobre Mannucci. Si Adriana Lúcar es la goleadora, Neidy Romero el esfuerzo, Sandy es el corazón. Ese que ahora late más fuerte que nunca recordando a su hermano ‘Sorry’.
Porque el fútbol suele ser la vida misma y Sandy lo ha vivido desde siempre. Las calles de Los Olivos fueron testigos de sus primeras peleas con sus hermanos para que la dejen pegarle al balón junto a ellos. Antepenúltima de diez hermanos (seis hombres y cuatro mujeres), supo esquivar ‘rivales’ desde su casa misma.
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