26/04/2024

Rubén Marruffo: “Que disfruten a Gallese porque estamos viendo al mejor arquero nacido en Perú”

Viernes 14 de Octubre del 2022

Rubén Marruffo: “Que disfruten a Gallese porque estamos viendo al mejor arquero nacido en Perú”

Rubén Marruffo es autor del libro ‘En tus manos me encomiendo’, donde narra la historia de 30 arqueros más recordados del fútbol peruano. Allí trata de explicar la frase ‘Perú: tierra de arqueros’ y asegura que al mejor golero que vio fue el ‘Loco’ Quiroga.

Rubén Marruffo es autor del libro ‘En tus manos me encomiendo’, donde narra la historia de 30 arqueros más recordados del fútbol peruano. Allí trata de explicar la frase ‘Perú: tierra de arqueros’ y asegura que al mejor golero que vio fue el ‘Loco’ Quiroga.

Grandes guardametas como Juan Valdivieso, Juan Honores, José Soriano, Rodolfo Bazán, Rafael Asca, Luis Rubiños, Ottorino Sartor, José González Ganoza, Miguel Miranda, Pedro Gallese, entre otros más, aparecen en este libro, que también contiene datos, entrevistas, fotografías inéditas, curiosidades y muchos pasajes memorables de nuestro balompié.

‘En tus manos me encomiento’ fue publicado por la Municipalidad Metropolitana de Lima (MML) y el lector podrá acceder al libro de forma virtual a través del siguiente enlace: https://bit.ly/3xMjxKT.

El libro 'En tus manos me encomiendo' fue presentado el pasado 23 de septiembre.
El libro 'En tus manos me encomiendo' fue presentado el pasado 23 de septiembre.

¿Qué significado tiene el título del libro ‘En tus manos me encomiendo’?

Es como los titulares de un periódico. He trabajado toda mi vida en distintos medios; entonces, los titulares te llegan a la mente con alguna frase a la que le estás dando vueltas. Inicialmente, el libro nació con la frase ‘Perú, tierra de arqueros’; pero era una frase muy trillada, cuestionable y que en algún momento alguien puede decir que no es cierto. Tenía muchas aristas. Entonces, una mañana jugando con una frase de la Biblia, surgió el titular.

¿Cuál es el objetivo de este libro?

Este libro lo que trata es de reivindicar a un puesto ingrato en el fútbol. Segundo, es mostrar a los niños, a la gente en general, que también se puede ser héroe en el arco. El héroe en el fútbol es el que anota goles, y el arquero es la antítesis del fútbol porque los evita. Sin embargo, hay arqueros que se convierten en héroes, evitando precisamente los goles, y acá me sitúo en el sábado 3 de julio de 1978, cuando Ramón Quiroga ataja el penal en el entonces estadio ‘Chapo’ Carrera de Córdoba, hoy estadio Mario Alberto Kempes, a Escocia. Para mí, que ya tenía un póster de un negrito con el número 10 en la espalda, que era el ‘Nene’ Cubillas, pero al ladito estaba también el arquero chillón con la camiseta verde número 21. Esa noche tiré la almohada tantas veces al aire tratando de imitar el penal que atajó.

¿Cómo está dividido el libro y a qué arqueros podemos encontrar?

El libro es una línea de tiempo de la historia de los arqueros. Esta investigación me ha permitido conocer nombres que no estaban en el radar futbolero. Porque si hablamos de arqueros, por lo general, uno se sitúa entre (Jorge) Pardón y (Juan) Valdivieso, que fueron los arqueros del Mundial del 30, como si allí empezara la historia. Pero, por ejemplo, también está Enrique Álvarez, que fue el arquero de la selección en los 20′s. Después, hay otros nombres de peruanos que jugaron en el exterior. Está (Eugenio) Arenaza, Humberto Becerra, que jugaron en Argentina y a quienes no tenemos mapeados.

En el texto se habla de la época del Dorado, ¿a qué se refiere?

Tal vez los que nacieron en los 80′ podrán decir que esa frase ‘Perú: tierra de arqueros’ es totalmente mentirosa. En ese tiempo, para jugar en la selección había que tener pasaporte. ¿De dónde sale entonces la frase? Bueno, Carlos Enciso, que fue jefe de prensa de la Asociación de Fútbol, ya fallecido, y el doctor Mario Sifuentes, abogado y vinculado al fútbol, coincidieron en que la frase la pone la prensa colombiana en la época del Dorado. Allá llegaron arqueros peruanos como Passalacqua, Ormeño y Rigoberto Felandro. Esa es la primera parte. Luego hablo de los arqueros que conectan esa frase antigua con los modernos, como Rafael Asca, arquero de las Eliminatorias del 58. Bueno, de allí empezamos la época de Lucho Rubiños, Rodolfo Bazán en los 60′s. Este último no lo tenía entre los mejores, pero encontré que fue figura de los triunfos internacionales más importantes que ha tenido Alianza Lima en su historia, como lo fue ganarle a Millonarios en el Campín y a Boca Jrs. en La Bombonera.

¿Cómo nace este proyecto?

Lo que se hizo primero fue una línea de tiempo. Luego se fue investigando y aparecieron nombres. Este proyecto nació durante los primeros meses de encierro en la pandemia. Era más fácil ubicar a las personas, porque estaban en sus casas y un Zoom te alegraba la tarde. Fue así como se recopilaron entrevistas y surgieron nombres. Con el material recogido, busqué en archivos periodísticos para finalmente obtener este producto.

Marruffo en la presentación del libro por la Municipalidad Metropolitana de Lima.
Marruffo en la presentación del libro por la Municipalidad Metropolitana de Lima.

Quiroga, el mejor, y Gallese, un genio

¿Hay alguna característica que defina al arquero peruano de cada época?

Primero, los arqueros siempre son grandes. Ormeño, Honores y Valdivieso eran altos. Hay marcadas excepciones como la de Jhonny Vegas. Segundo, antiguamente por el estilo el arquero no salía mucho, se utilizaba la frase: ‘el arquero que vuela de palo a palo’. Hoy ya no se necesita volar de palo a palo. Y tres, los arqueros nacen del norte del país y no del sur, ja, ja, ja. Rubiños, Honores son del norte, de Chiclayo y Trujillo. En el norte chico tienes a ‘Papelito’ Cáceres, ‘Chevo’ Acasuzo. Mira cuántos arqueros hay. Habría que ver por qué, es mucha casualidad.

Si el futbolista peruano es ‘chocolatero’, el arquero peruano es...

El arquero tiene una personalidad distinta. Aquí voy a destacar una frase de Ramón Quiroga, que siempre decía que para ser arquero hay que ser boludo o loco. ‘Yo prefiero pasar de loco antes que de boludo’, decía. Entonces, hay que tener una personalidad distinta. No te olvides que si cometes un error, tienes que reponerte de inmediato. Todo el estadio te silva, te insulta, pero tienes que responder. Hay que ser muy fuertes en la parte mental.

El arquero suele pasar de héroe a villano y viceversa...

El margen de error es mínimo. Te cuento un caso particular. El ‘Chicho’ Uribe, por aquella Eliminatoria del 74, fue satanizado por aquellos goles que le hicieron frente a Chile. A cualquier arquero que le hacían un gol tonto le decían ‘Chicho’ Uribe. La verdad que al pobre le hundieron la carrera y nunca más se habló de él. Siguió su carrera en Ecuador porque aquí la pasaba mal por esos partidos.

¿El mejor arquero que viste?

Siempre digo que hubo un antes y un después de Ramón Quiroga. Revolucionó por completo el puesto. Desde la indumentaria, usaba pantalones a la rodilla, hoy es frecuente, pero en los 70′s no lo era. Era gritón, salía del arco. Se habla mucho del gol que le hizo Cueto de mitad de cancha a Ramón, pero él se paraba en la mitad de la zona que va desde la línea de su área al círculo central de la cancha. Era loco. Recuerdo que en el Mundial del 78, en el partido contra Polonia, él comete una falta en cancha rival, estaba tan adelantado que corre y corta la jugada como un defensa. Y creo que hoy, eso sí es un llamado para la gente joven, que disfruten a Pedro Gallese, porque estamos viendo al mejor arquero nacido en Perú.

¿Hay que disfrutar porque Gallese es el mejor arquero peruano de todos los tiempos?

Tiene todas las cifras a su favor. Tiene el récord de más partidos jugados y tantos más. Esas son cosas que hay que tener en cuenta. Me gusta decir esa palabra “disfruta”, porque está en buen momento. Cuando vemos a tantos genios juntos que hacen bien su trabajo, hay que disfrutar. Ojalá se quede mucho tiempo.

Hubo una época en la historia del fútbol peruano que no teníamos arqueros nacidos aquí destacando en la selección, ¿por qué?

Como en todo deporte, nos descuidamos. Creíamos que simplemente con el talento espontáneo alcanzaba, pero si no lo combinas con trabajo, obviamente no vas a mejorar. Y era la época en la que el fútbol empezaba a tecnificarse. Ahí tuvimos ese quiebre en que no hubo alternativas muchas para elegir. Pero tuvimos a algunos como Ottorino Sartor, que era suplente de Quiroga en el 78. Era un arquero silencioso, muy perfil bajo, todo lo contrario a Ramón. Por allí estaba la diferencia.

¿Cómo te gustaría que te recuerden a través de estos textos?

Este libro fue una iniciativa de la gerencia del deporte y recreación de la Municipalidad Metropolitana de Lima. He tratado de plasmar el entusiasmo que siempre muestro para investigar y escribir. Eso de alguna manera lo he trasladado. El libro está dirigido a los chicos que participan en los programas municipales. Sería bonito que, de repente, alguien tenga gusto por el arco, y leyendo esto le agarre más cariño aún. Y quién sabe que en el futuro se convierta en un arquero que haya surgido de estos programas municipales. En lo personal, quiero que me recuerden como una buena persona, nada más.


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