15/05/2024

Hernán Barcos, el ‘Pirata’ que secuestró el cariño de la hinchada blanquiazul

Sábado 05 de Noviembre del 2022

Hernán Barcos, el ‘Pirata’ que secuestró el cariño de la hinchada blanquiazul

Vino para jugar en Segunda, pero hoy está a dos partidos del bicampeonato con Alianza. A sus 38 años, Hernán Barcos integra un grupo poco común: los extranjeros que han dejado huella en el fútbol peruano. Por ahora el pueblo íntimo está en cadena de oración: llegará disminuido a la final a causa de una lumbalgia.

Vino para jugar en Segunda, pero hoy está a dos partidos del bicampeonato con Alianza. A sus 38 años, Hernán Barcos integra un grupo poco común: los extranjeros que han dejado huella en el fútbol peruano. Por ahora el pueblo íntimo está en cadena de oración: llegará disminuido a la final a causa de una lumbalgia.

Se llama Hernán Barcos, ha militado en 10 países, como quien juega un rato en el Play Station; ha sido el centrodelantero de tres clubes top en Brasil (Palmeiras, Gremio y Cruzeiro), con lo que eso supone para alguien que proviene del Río de la Plata; es el goleador histórico de la Copa Sudamericana, con un equipo ecuatoriano (Liga de Quito); alguna vez piloteó el ataque de la selección albiceleste con Messi, cumpliendo el sueño de su generación y de las que vendrán; y desde hace dos años ha conseguido que medio Perú se tape un ojo para celebrar sus goles.

La leyenda dice que fue ofrecido a Universitario antes que a Alianza Lima. Pero que no lo aceptaron porque, eufemismos aparte, era viejo y caro. Quienes hayan estado detrás de esa decisión deberían revisarse el olfato. Lo cierto es que a Barcos lo convenció el proyecto que le ofreció Alianza, por ese entonces un club en la hoguera que acababa de descender y al que más de una ‘figura’ le dio la espalda.

Hernán Barcos y su celebración, tras marcar en el Alianza Lima vs. Mannucci. (Foto: Instagram)
Hernán Barcos y su celebración, tras marcar en el Alianza Lima vs. Mannucci. (Foto: Instagram)

La recompensa no esperó mucho: esa misma temporada, en el 2021, Alianza se quedó en Primera –gracias a que la justicia le hizo honor a su nombre– y a fin de año campeonó. Barcos regaló una escena icónica tras vencer a Sporting Cristal en la final: cargó sobre sus hombros a Jefferson Farfán, el ídolo magullado al que sus rodillas ya no le responden.

Barcos ha gozado en este 2022 de otro premio merecido: jugar en un Matute repleto, con la hinchada blanquiazul coreando su nombre. Un pendiente que no había experimentado a causa de la pandemia. Si en el 2021 su liderazgo había causado buena impresión, en este año ha despertado fanatismo. Barcos no solo aconseja a los más chicos, y los bautiza rapándoles el cabello o transmite en vivo cómo se vive una victoria desde el vestuario. Su influencia transciende a la cancha, donde le ha bastado con el don de la ubicación, su inteligencia para cubrir la pelota, su vocación para asistir, su técnica para anotar y el dominio de pelota de un pistero. Todo en cámara lenta para el espectador, pero rápida para los defensores de la liga local (por algo lleva 28 goles y 14 asistencias con Alianza).

Hernán Barcos y su noble gesto tras partido de Alianza Lima (Foto: Instagram)
Hernán Barcos y su noble gesto tras partido de Alianza Lima (Foto: Instagram)

Barcos participa activamente en obras sociales, se preocupa por el equipo de fútbol femenino, pero sobre todo ha instalado la idea de que no le niega un saludo (ni la foto ni la camiseta) a nadie. Como pocos futbolistas, es consciente de su papel en esta historia. Sabe que con unos segundos de su tiempo puede regalar un instante memorable.

Para Bruno Ortiz Jaime, director de Alianza History, Barcos comprende las necesidades del país donde vive y no se encapsula en el entorno que podría darle su cuenta bancaria. “Quiere dejar algo más que goles y eso, incluso en una sociedad de falsedades como la nuestra, es respetado”, anota.

El historiador José Carlos Rojas Medrano opina en esa misma línea: “Muestra una cercanía inusual con el fanático aliancista y eso le da un plus importante. No debemos olvidar, tampoco, su presencia en respaldar obras sociales para la comunidad con menos recursos”.

¿Le alcanza a Hernán Barcos para ser considerado ídolo o todavía es muy pronto? “No, aunque está muy cerca de serlo si gana el título de este año, colabora con la recuperación internacional del equipo y decide retirarse con la blanquiazul, como quizá no pueda hacerlo Paolo Guerrero”, dice Ortiz.

Rojas Medrano sí lo ubica en ese sitial de unos pocos. “El tema de ídolo suele ser un poco subjetivo, y cada uno puede tener su forma de abordarlo. Considero que puede ser considerado un ídolo, pues ha generado una gran admiración en los hinchas no sólo de Alianza. Es una figura bastante completa, porque a lo futbolístico le ha agregado otros elementos que lo colocan en un lugar de privilegio en la historia blanquiazul”, explica.

En una semana, el ‘Pirata’ Barcos, a los 38 años, podría gritar bicampeón. Podría. Lo que ya es un hecho es que el tesoro blanquiazul le pertenece. Llamémosle botín o cariño.

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