El nombre de Rubén Díaz siempre fue sinónimo de seguridad en la defensa y va de la mano con los mejores momentos del fútbol peruano. ‘Panadero’ clasificó a dos mundiales, levantó una Copa América, y acumuló títulos con Universitario de Deportes y Sporting Cristal. El chorrillano nunca arrugó y cuando el partido era picante se crecía y no creía en nadie.
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‘El Panadero’ fuera de la cancha es considerado una persona noble, incapaz de hacerle daño alguien, amigo de sus amigos y siempre dispuesto a dar la mano al que se la pide. Sin embargo todo cambiaba cuando pisaba el césped y defendía la gloriosa ‘Blanquirroja’. En el campo, si tenía que ‘barrer’ a su propio hijo, lo hacía. Rubén Díaz, era de esos defensas con los que nadie se quería cruzar. “Si jugara en estos tiempos, estaría preso”, reconoce el hijo valiente de Chorrillos.
Rubén Díaz hacía saltar las chispas contra cracks en los torneos locales, Copas Libertadores, Sudamericanos y Mundiales, pero pocos recuerdan que unas de sus ‘víctimas’ fue un Presidente de Gobierno de Ecuador. Todo ocurrió el año 2000 en Panamá, la selección Sub 20 que dirigía Julio César Uribe fue a jugar un par de amistosos y el recio exzaguero era integrante del cuerpo técnico del ‘Diamante’.
‘Panadero’ Díaz le ‘apuntó la placa’ a Bucaram
Una tarde luego de un entrenamiento la delegación pactó un partido de fulbito con un equipo de ecuatorianos y la figura del equipo era nada menos que Abdalá Bucaram, ex presidente de Ecuador, quien había pedido asilo político en la ciudad canalera. El cuadro norteño tenía en sus filas a gente joven y corpulenta, miembros de seguridad del díscolo mandatario. Por Perú formaron Agapito Rodríguez, preparador de arqueros, Díaz, un utilero, el profesor Javier Arce, Julio César Uribe y el ‘Chino’ Ernesto Labarthe.
El partido arrancó intenso y lo que llamó la atención a los peruanos fue que Abdalá Bucaram no respetaba las reglas y cuando quería agarraba el balón con la mano, cobraba las faltas y pateaba a todo lo que se movía. Uribe vio el panorama y no le gustó, pero peor se puso cuando los ecuatorianos empezaron a entrar fuerte en las divididas y el partido dejó de ser amistoso y agarraba tinte de una final. “Vamos a meter nosotros también, que esto va en serio” dijo el ‘Diamante’ a su gente.
Bucaram escuchó y se ‘agrandó. En una dividida ‘rascó' al utilero, siguió la jugada e hizo gol sin importarle la falta. Los peruanos le reclamaron y el ex mandatario mandó a todos a rodar. ‘Panadero’ lo miró y le apuntó la placa. A la siguiente jugada el presidente se adelantó y le dejó el codo a Rubén. Díaz ‘cobró y no dijo nada. Eso sí llamó al profe Arce y le dijo. “Javier, la próxima le haces la sombra nada más y me lo dejas a ese c….que me lo voy a comer.”
Rubén Díaz revienta a Bucaram
En la siguiente acción, Arce dejó pasar a un inspirado Abdalá Bucaram y cuando el ecuatoriano se cruzó con ‘Panadero’, el back fue con todo como en sus mejores tiempos cuando ‘rascó' a Roger Milla, Joe Jordan o Paolo Rossi y lo ‘reventó' con tanta fuerza que lo sacó de la cancha.
Los suplentes, que eran los guardaespaldas del político, quisieron saltar a la cancha para vengar a su jefe, pero poco había que hacer, Rubén Díaz estaba em modo ‘Monstruo’, como decía él cuando alguien lo provocaba, y los ecuatorianos lo vieron tan fuera de sí, que prefirieron salir del campo.
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Bucaram se limpió el polvo e increíblemente regresó a la cancha. Se quedó mudo, se olvidó de ser delantero y bajó a la defensa. Le agarró temor a ‘Panadero’ y cuando se acercaba el mundialista lo dejaba pasar. Perú ganó el partido, Uribe y el ‘Chino’ Labarthe la rompieron, pero todos coincidieron que Rubén cambió el partido cuando se hizo sentir.
Al final del choque todos se saludaron y se abrazaron, como si no hubiese pasado nada y se tomaron fotos que quedaron para el recuerdo. Rubén, consciente de lo que había hecho con Bucaram se acercó y le dijo: “Disculpe Presidente, pero en la cancha no perdono ni a mi vieja y usted me puso mostro”.