“Le damos la bienvenida al notable e histórico delantero peruano”, dice el relator argentino mientras Paolo Guerrero da sus primeros pasos en el Cilindro de Avellaneda. El reloj marca los 86 minutos, el marcador destaca el 2-2, y el goleador hace por fin su debut con Racing Club ante Tigres por la tercera fecha de la Liga Profesional de Argentina.
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Bordeando la hora del partido, Paolo dejó el asiento que eligió en el banco de suplentes y salió a calentar. Con cara de pocos amigos, nunca dejó de observar el partido mientras hacía algunos trabajos. “Estoy para un rato de Guerrero”, avisaba el comentarista. Todos lo estábamos. Racing necesitaba los tres puntos luego de dos empates en las primeras fechas y el ‘9′ titular, Maxi Romero, no lograba anotar.
A los 83′, desde el banco, saltan dos miembros del cuerpo técnico saltan apresurados y hacen algunas señas a los suplentes que estaban calentando. Estaban llamando a dos: Nicolás Reniero y Paolo Guerrero. Dos delanteros. El 2-2 no servía y era momento de poner toda la carne en el asador. Salieron Maxi Romero y Matías Rojas. Fernando Gago, el técnico, se jugaba el todo por el todo.
Tres minutos más tarde, el ‘Depredador’ saltó al campo con el pie derecho. Cuatro meses y once días después de su último partido con el Avaí de Brasil, el peruano volvía a jugar. Cuatro largos meses en los que su futuro estaba en el limbo hasta la propuesta del club argentino con ciertas condiciones que Paolo, consciente de su edad (39) y sus problemas con la rodilla, aceptó sin ningún problema.
Ingresó al campo y la escena se dio como se esperaba: todo Racing buscó al ‘9′ por arriba, con centros largos. En su primera jugada fue una disputa con el arquero de Tigres tras un balón pasado. El árbitro cobró falta del atacante nacional que solo miraba cómo el guardameta rival se quejaba de un golpe que nunca le propinó.
Paolo marcaba el pase en todo momento. Instalado en el medio de los centrales, se movía de lado a lado, pero sus compañeros no entendían sus movimientos. Hasta que llegó el momento en el que todo el Cilindro gritó el primer gol del peruano, aunque fue en vano.
A los 93′, el central Gonzalo Piovi vio a Paolo en el área y le lanzó un pase bombeado por arriba. En la disputa de ese balón también estuvo Reniero y dos centrales de Tigres. El balón, tras un rebote en su mano, le quedó servida y Guerrero, altamente capacitado para dominar el área y marcar en espacios reducidos, disparó de primera y puso el 3-2. Observó cómo el esférico ingresaba al arco rival y salió corriendo a celebrarlo, pero el árbitro lo anuló.
Paolo se tapó la cara con la camiseta en un gesto de no creer lo que estaba viviendo. Lamentándose porque el balón rebotó en su mano. Y el juez le sacó la tarjeta amarilla, según comentaron en la transmisión en vivo. El grito desaforado de todo el Cilindro de Avellaneda fue diluyéndose en medio del murmullo y también la sensación de que con Paolo, Racing gana jerarquía en ataque. Sí, tiene 39 años, pero en una jugada demostró estar más vigente que nunca.
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La palabra de Paolo
Tras el partido, Paolo Guerrero fue el más buscado. El hombre que fue moldeado por el mítico Gerd Muller en el Bayern Múnich cuando aún no cumplía los 20 años y que luego marcó más de cien goles en Brasil, había debutado en el fútbol argentino. Su nombre claramente significa historia, jerarquía; y las cámaras lo buscan.
“Es lindo debutar aquí, en este estadio, con esta hinchada increíble. No tengo palabras. Estaba muy ansioso por jugar. Obviamente me hubiese gustado con un triunfo y haciendo goles, pero este es el comienzo así que a seguir trabajando para lo que se viene”, declaró sobre su estreno.
Y cuando le preguntaron sobre su gol anulado, el ‘Depredador’ no dudó en decir la verdad. “Sí, me pega en la mano. Pero casual. La pelota viene picando mal, me pega en la mano, pero hay que seguir trabajando porque aún falta muchísimo”.
Paolo, con muchísimos partidos en la élite, también es capaz de analizar. Desde afuera, con la misma visión que el técnico Fernando Gago, se ven cosas que desde adentro se no se puede. “Tenemos que estar más concentrados para que no nos hagan los goles. Es la tercera fecha, creo que el equipo se está poniendo, creo que vienen muchas cosas más adelante, así que nada, hay que afinar”, señaló.
“El equipo metió, tuvo intensidad, generó, tuvimos nuestras ocasiones de gol donde pudimos tener un poquito más de tranquilidad para terminarlas, pero creo que muy bien”, finalizó.