Es el actual goleador de la segunda división del fútbol italiano, Gianluca Lapadula es un delantero del Pescara que mide 1.78 m. Fue formado en la ‘Vecchia Signora’, como se conoce a la Juventus de Turín, y tuvo que salir a equipos menores para tener la oportunidad de jugar.
Antes del idilio que tiene actualmente con las redes del Pescara, jugó en siete equipos incluyendo a uno de Eslovaquia (que no es ninguna potencia). Fue el goleador en uno de ellos, pero en el Frosinone Calcio no anotó ningún gol.
En otros equipos como el Parma, el Atlético Roma y el Cesena no fue renovado, “su amor por el gol no siempre ha sido correspondido”.
¿Por qué ahora lo pide parte de la afición y la crítica peruana?
El año pasado, durante una entrevista, Lapadula dijo que su madre era peruana, lo que le da la posibilidad de vestir las sedas blanquirroja, aunque Lapadula siempre ha sido sincero en decir que su sueño es vestir la camiseta azzurra o azul de la selección italiana.
¿Es Lapadula el hombre gol que nos salvará si es que viene? ¿En vez de esperar milagros de un jugador, de un “Moisés” de 26 años de edad, deberíamos formar desde los 5 años que a veces descalzos brillan en partidos callejeros y cuyo talento se esfuma por falta de oportunidades? ¡Así de claro!