El cambio: abrazos y reconocimiento
El abrazo con Marcelo Gallardo
El adiós y las lágrimas: "Me llevo el mejor recuerdo"
El triunfo de River ante Gimnasia por 1-0 resulta anecdótico a esta altura. Ayer, todas las miradas estuvieron sobre Marcelo Barovero y Leonel Vangioni . Emblemas de las últimas consagraciones locales e internacionales, se despidieron del Monumental en una tarde a pura emoción. Aunque la mayoría de los flashes se los llevó el arquero: Barovero salió de River para entrar en el salón dorado de sus arqueros. Será cuestión de gustos definir qué lugar ocupará allí, pero tras cuatro años, 167 partidos oficiales, seis títulos y un liderazgo que no necesitó grandicoluencias ni impostaciones, el muchacho sencillo de 32 años podrá conversar con Amadeo Carrizo, Pato Fillol y Nery Pumpido.
"Ni en sueños pensé vivir esto", señaló cuando dejó la cancha entre lágrimas. Es que Barovero dejó huella: los hinchas millonarios recordarán por siempre que él apareció cuando todo parecía derrumbarse. Lo hizo en la semifinal de la Copa Sudamericana 2014 ante Boca, en varias instancias de la Copa Libertadores pasada y hasta en Japón. Siempre estuvo él para cuidar el arco de River. Hasta ayer.
js.