03/05/2024

Un primer tiempo de ensueño y otro, un desastre: ¿por qué Cristal dolió tanto ante River? [ANÁLISIS]

Hace un año

Un primer tiempo de ensueño y otro, un desastre: ¿por qué Cristal dolió tanto ante River? [ANÁLISIS]

Sporting Cristal cayó 4-2 ante River Plate en Buenos Aires. Tiago Nunes tuvo una lectura errónea del partido, el equipo no se la creyó e hizo falta rebeldía ante un rival que jugó con diez.

Sporting Cristal cayó 4-2 ante River Plate en Buenos Aires. Tiago Nunes tuvo una lectura errónea del partido, el equipo no se la creyó e hizo falta rebeldía ante un rival que jugó con diez.

Los errores de Nunes en los cambios y la lectura del juego, la actitud con la que Sporting Cristal terminó cerrando el segundo tiempo, la constante intrascendencia de Brenner Marlos en ataque y la displicencia de Leonardo Díaz por la banda izquierda fueron los factores que desencadenaron la derrota ‘cervecera’ en Buenos Aires ante un equipo que no hizo nada extraordinario para merecerlo. Ahora, toca en La Florida ser autocríticos, mirar hacia adentro y corregir sobre la marcha. Matemáticamente, hay opciones de seguir en carrera en la Copa Libertadores; pero desde lo futbolístico es difícil. Por ahora, es necesario voltear rápido la página y pensar en lo que viene: el duelo decisivo ante Universitario, su rival directo por el Torneo Apertura 2023.

Los errores de Nunes

Desde los cambios hasta la lectura de juego, Nunes perdió el duelo táctico ante Martín Demichelis y Cristal lo sufrió en la cancha. El brasileño planteó un partido desde lo defensivo, colocando una línea de cinco defensores para contener la presión de River y aprovechar los espacios. En el primer tiempo salió bien, porque su equipo fue efectivo: remató tres veces y anotó dos goles. Pero el problema surgió cuando tuvo que replantear tras el descanso. Demichelis movió el banco al inicio del complemento tras quedarse con diez jugadores y ‘se comió’ a su colega. Nunes esperó para realizar modificaciones y cuando lo hizo no resultó. Envió al campo a Martín Távara y Joao Grimaldo cuando el partido ya iba 4-2, cambió el sistema de 5-3-2 a 4-2-3-1 y su mensaje nunca se entendió sobre el campo. El equipo quedó descompensado y no tuvo reacción.

Al final, Nunes tuvo una lectura errónea del compromiso y nunca pudo encontrar el camino para resolver las urgencias de su equipo. Los cambios llegaron tarde y tampoco supo sacar provecho de la superioridad numérica, que nunca se notó sobre el campo. Sacó tarde a Leonardo Díaz, arriesgó la integridad física de Irven Ávila y apostó por un Washington Corozo que, más allá de generar la expulsión y el gol, ofreció muy poco para lo que se espera de él. Y si el brasileño no enmenda los errores de su equipo, continuará perdiendo créditos en el club. Es más, ya hay hinchas en redes sociales que están descontentos con sus decisiones.

Un Cristal sin ‘9′

¿Desde hace cuánto tiempo Cristal no ficha un ‘9′ de peso para la Copa Libertadores? Quizá, el último delantero que marcó la diferencia fue Emanuel Herrera, hoy en Universitario; sin embargo, el problema del ‘9′ es un dolor de cabeza para los ‘cerveceros’. Esta vez, le tocó a Brenner Marlos comandar el ataque y el brasileño no tuvo ninguna opción clara para vulnerar el arco de Franco Armani. Forzó el contacto físico con los centrales de River, pero no trascendió y terminó perdiéndose en el partido. Competir de esa manera complica todo: los mejores equipos tienen a un centrodelantero de jerarquía y Cristal no ha podido seguir ese ejemplo en los últimos años. A Brenner lo trajeron con el visto bueno de Nunes y no remató al arco ante el cuadro argentino. ¿Alcanza con eso o es necesario buscar más opciones en el mercado?

Por ahora, Cristal no tiene muchas opciones en ataque. Ávila volvió rápido de su lesión y jugó pocos minutos contra Fluminense y River. El ‘Cholito’ no está al cien por ciento y eso quedó demostrado al ser cambiado al poco tiempo de haber ingresado. Después de él, ¿qué otras alternativas hay en el plantel de Nunes? Adrián Ugarriza está lesionado y después no hay un atacante con características de ‘9′. Hoy, se siente las consecuencias de las decisiones en los fichajes y da la impresión de que los recursos de los celestes no alcanzan para la Libertadores.

La displicencia de Díaz

Con 19 años, Leonardo Díaz sorprendió al ser incluido desde el inicio como lateral izquierdo en lugar de Nilson Loyola. En el año ha jugado nueve partidos (seis por la Liga 1 y tres por la Copa); pero ante River ofreció su peor versión. No es malo criticar cuando un futbolista juega mal; al contrario, sirve para reconocer que hay cosas por corregir y Díaz lo sabe. Basta con revisar que las opciones más claras del equipo de Demichelis llegaron por su zona: le ganaron las espaldas, estuvo impreciso en las salidas y llegó tarde a las coberturas. Vivió una pesadilla en el Monumental y tuvo incidencia en el cuarto gol de River, en el que pierde de vista a Pablo Solari y este, con espacio y tiempo, remata sin marca al arco de Renato Solís.

Díaz tuvo un bajo rendimiento y no hay problema en señalarlo. Le costó mucho en la marca y pasó poco al ataque. Todos tienen malos partidos y esa no fue noche. Fue cambiado por Johan Madrid, quien ocupó su zona cuando el equipo pasó al 4-2-3-1. Pero depende de él recuperarse y volver a mostrar una regularidad que lo hizo ser tomado en cuenta por Nunes. En el torneo local responde, pero la Libertadores eso no alcanza. Es necesario dar un plus para que las cosas vayan mejor y el equipo compita a buen nivel.

La falta de rebeldía

La actitud es innegociable en el fútbol. Hay licencia para perder, pero no para hacerlo sin sangre en el pecho. La actitud que mostró Cristal en el segundo tiempo fue distinta a la de la primera etapa, donde compitió y le hizo un buen partido a River en su propia cancha. Esos 45′ iniciales fueron una señal de buen augurio, de que el equipo podía hacer algo más y, por lo menos, traerse un punto a Lima; sin embargo, en el fútbol suceden este tipo de cosas: todo lo bueno que se hizo quedó atrás cuando se reanudó el juego. Y ante la adversidad, hay que tener coraje para equilibrar las cosas. Lo que los celestes mostraron estuvo lejos de eso, lucieron apáticos y ni siquiera remataron directamente al arco de Armani en el cierre del compromiso.

Dio la impresión de Cristal nunca se la creyó, ni siquiera cuando tuvo superioridad numérica en la cancha. El segundo tiempo pintaba para aprovechar los espacios del rival y hacer daño desde el contragolpe; no obstante, no sucedió nada de eso. El tercer gol de River golpeó fuerte en lo anímico y el equipo no logró sobreponerse a eso. Ya el cuarto tanto fue el definitivo y el partido se acabó a los 61′. Lo que vino después fue un saludo a la bandera, un Cristal intentando generar sin ideas, como un barco a la deriva que no tiene destino.

Las imprecisiones del colectivo

Lo que también marco el rumbo del partido fueron las imprecisiones de los celestes al momento de salir jugando. Costó dar dos o tres toques para generar sociedades en el mediocampo. Jesús Castillo lució impreciso, Jesús Pretell no fue suficiente para la contención, Jostin Alarcón brilló por su ausencia y Washington Corozo no apareció más allá de la expulsión y el gol. Entonces, todo se hizo cuesta arriba. Sin un ‘cerebro’ como Yoshimar Yotún, ausente por ser expulsado en el duelo anterior ante Fluminense, Cristal careció de inventiva y orden en su juego. Tal vez los nervios también tuvieron que ver; pero no debería suceder en un partido de primer nivel como lo es la Copa Libertadores.

También hubo una marcada diferencia en los rebotes. El equipo de Nunes tuvo problemas para ganar los rebotes y estar atento al segundo balón. River sacó ventaja de eso y generó mucho más que los celestes. Los de Núñez tuvieron mejor claridad para construir su juego, mientras que los de La Florida hicieron poco dentro de sus posibilidades.

Recibe nuestro boletín de noticias: te enviaremos el mejor contenido deportivo, como siempre lo hace Depor.

Ver noticia en Depor.com

Temas Relacionados: