Felizmente para el defensa paraguayo, esa primera –y errónea– impresión que dio en su debut (derrota ante Unión Comercio en Tarapoto hace más de tres meses) quedó en el pasado. En la anécdota. Fue el último refuerzo en integrarse a Universitario y, por su CV y al ser extranjero, la expectativa era alta. Y la exigencia mayor. Encima, su peculiar peinado le da notoriedad a donde vaya. En la cancha no pasa desapercibido. Cuando juega bien se nota, pero cuando juega mal también. Con el pasar de los partidos, para su fortuna, Williams Riveros logró desprenderse de aquella primera y pobre imagen, y se ha convertido en un hombre clave en el esquema de Universitario. Sobre todo, desde la llegada de Jorge Fossati. Cuando el técnico uruguayo tomó el buzo crema, estableció su sistema preferido el 3-5-2 (o 5-3-2, depende de la situación). En ese esquema, ‘Tarzán’ se volvió fundamental.
Y es ahora cuando Universitario necesita a su gente experimentada. Su rival directo en la lucha por el Torneo Apertura, su ‘compadre’ Alianza Lima, se puso al día en sus partidos y le ha sacado ventaja en la punta. El pueblo crema esperaba un tropezón, pero era previsible. Pero eso no debe desanimar a los hinchas. Claro, todo parece cuesta arriba y, una vez más, no se depende de sí mismo para lograr el objetivo. Pero más allá de que hay que esperar un desliz de los del frente, el equipo no debe bajar la guardia. Tiene que hacer su ‘chamba’. Y en esa tarea Williams Riveros será clave.
Para seguir en la lucha, Universitario necesita hacer un tramo final perfecto, y en ese objetivo la defensa es vital. Los cremas han demostrado que en ataque, si están finos, son letales. Pero la defensa no ha desentonado. Se ve el trabajo de Jorge Fossati. El cuadro crema tiene partidos en los que en el fondo es sólido. Incluso, a veces José Carvallo pasa desapercibido, gracias al buen trabajo de la zaga. En esa posición ,Williams Riveros es el hombre ‘ancla’. Matías Di Benedetto también cumple muy bien su función y Aldo Corzo, aunque no es su habitual posición, también es solvente en su labor de central. Pero es Riveros quien, en ocasiones, tiene que disfrazarse casi literalmente de Carles Puyol para apagar los incendios.
Aunque su tranco largo y sus movimientos a veces no resultan estéticos a la vista, tiene otras virtudes que son igual de efectivas y, de paso, enamoran a la tribuna: se tira de cara si es necesario, mete carretillas sin ruborizarse, le da salida al equipo por los costados, pero también le revienta cuando en la jugada lo exige. Además, en todos los partidos se le ve hablando, acomodando a sus compañeros, ordenándolos. Y lo escuchan. Por eso es clave.
Su presencia le da ese ‘plus’ de autoridad que Universitario necesita siempre. Sus compañeros lo ven como un referente y a él no le pesa esa responsabilidad. Ya lo vimos en Argentina, ante Gimnasia por la Copa Sudamericana. Williams Riveros se paró frente a la pelota cuando la ‘U’ tuvo un penal a favor. El que menos pensó que iba a pegarle él –lo cual resultaba extraño, pues nadie lo tenía mapeado para esa función–, pero luego descubrimos que lo hizo para recibir toda la atención y quitarle las miradas a Alexander Succar el verdadero ejecutor del disparo. Eso no lo hace cualquiera. No solo refleja liderazgo, sino que se siente líder y es visto como tal. Eso es clave en Universitario, sobre todo porque a inicio de año, cuando el equipo pasaba un mal momento, se dijo que a la ‘U’ le faltaban líderes, que con José Carvallo, el capitán en ese momento, no era suficiente.
Que esa carismática melena y el aire –ventarrón– a ‘Cachín’ no los confunda. Williams Riveros puede ser bastante risueño, pero al entrar a la cancha lo hace con la seriedad de un líder. En este desenlace del Torneo Apertura, Universitario lo necesitará como baluarte en la defensa, pero también con referente y voz de mando en el equipo. Y si finalmente no se logra este primer objetivo, los cremas aún tienen medio año para aspirar al título nacional. Aunque ‘Tarzán’ no tuvo un debut auspicioso, su presencia será un factor ante Alianza Atlético este domingo y en lo que se viene. Esa jerarquía, en cualquier plantel, es valiosísimo. Y Williams Riveros la tiene de sobra.
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