¿Qué esperar de Alianza y la ‘U’ el miércoles y por qué arriesgar es la mejor opción?

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Por un lado está Alianza Lima, el local en Matute y favorito a conseguir el tricampeonato frente a su gente. Esa responsabilidad recae en los jugadores y en el técnico Mauricio Larriera, pero para lograrlo es necesario mejorar la imagen que dejó el sábado pasado en Ate, donde se vio a un equipo superado en el juego y en lo táctico. No pueden volver a jugar como lo hicieron allí, porque esa clase de partidos no se repiten dos veces consecutivas. Alianza necesita un cambio de actitud, de coraje, de saber que están disputando una final.

En ese sentido, lo que se espera del equipo de Larriera es un juego propositivo y trepidante, que pueda tener la posesión del balón y la iniciativa del partido. Hacerlo significa dar un giro de 180 grados, porque Alianza necesitar pasar de dominado a dominante en tan solo cuatro días. Y en el proceso es clave encontrar la ventaja en el marcador, con jugadores que garanticen el cero atrás y el peligro adelante, algo que no sucedió en el Monumental. Bajo ese panorama, cae por su propio peso las presencias de Carlos Zambrano y Bryan Reyna, quienes asoman como titulares el miércoles y pueden cambiarle la cara a Alianza. Cada uno desde su lado, con jerarquía y velocidad, haciendo uso de sus virtudes en beneficio del colectivo.

Alianza también necesita más de sus hombres claves, sobre todo de Jairo Concha y Hernán Barcos. En un contexto como la final de vuelta, ambos son los llamados a reencontrarse en la cancha y generar peligro en arco rival. Y Larriera tendrá que arriesgar con sus decisiones, sabiendo cómo jugar cuando el equipo esté arriba o abajo en el marcador. Cada situación amerita un análisis y una resolución, porque hasta el más mínimo detalle puede marcar la diferencia.

¿Qué esperar de Universitario?

Por otro lado, Universitario afronta esta final con la desazón de haber dejado escapar su oportunidad de lograr una ventaja significativa en el Monumental. Los cremas siguen golpeados en lo anímico por cómo terminó el partido anterior, pero también con la sensación de que fueron mejores en lo futbolístico. ¿Faltó suerte? Tal vez, lo cierto es que la ‘U’ -más allá de que mereció ganar- tiene esa deuda con el gol. Esa capacidad para trasladar su superioridad al marcador es un desafío que no ha podido superar, sobre todo en instancias tan decisivas como lo son las finales ante Alianza Lima.

Jorge Fossati no tiene mucho que cambiar tácticamente. Es un hecho que jugará con su 3-5-2 y con los mismos intérpretes, porque entiende que su equipo fue superior en el duelo de ida y tratará de hacer lo mismo en la vuelta. Pero en Matute hay más factores a considerar, como la localía, la intensidad del rival y la necesidad propia de ganar el partido para salir campeón. El único camino que tiene la ‘U’ es superar a un equipo que no ha perdido de local en todo el año; es decir, buscar la épica apelando a su mejor arma: el fútbol.

Y al igual que Larriera, Fossati deberá hacer un partido propositivo, saliendo a buscar el arco contrario y jugando con la presión del rival. Para ganar, hay que tomar riesgos, y el ‘Flaco’ ya no puede equivocarse en los cambios. Piero Quispe debe jugar los 90′ y Alex Valera necesita una noche inspirada frente al arco. La efectividad es su principal problema, pero eso se trabaja en la semana. Si bien Alianza tiene la comodidad por ser local, la ‘U’ está en condiciones de dar el golpe de visita. Y allí, en ese terreno de lo improbable, cualquier cosa puede pasar.

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