ANÁLISIS: Jugaron los que tienen que jugar y ni con eso alcanza: los errores que nos llevan a la cola de las Eliminatorias
— En Al Ángulo comentó, con ironía, que “el empate en el Monumental fue conversado para no ir con tanta ventaja”. Realmente ese fue el momento en que dijo: ¿La ‘U’ va a salir campeón? ¿O fue otro?
Yo tomaba como que ese momento (la final) era haber alcanzado el éxito por varias razones que no vale la pena repetir. Pero les diré algo que antes no dije: un día volvíamos en el bus hacia el hotel. Había sido el partido contra el Grau (2-2 de visita), allá. Salimos del hotel y resulta que estaban cortadas las calles. Sol terrible a esa hora, esas cosas que no me cierran aún del torneo. Tuvimos como dos horas para llegar. Fue un partido complejo por todos lados. Entonces, cuando volvíamos en el bus, no recuerdo bien con quiénes venía, pero con Adrián (Gilabert) seguro, Jean (Ferrari) también y Manuel (Barreto). Pregunté, ¿cuántas fechas quedan? Siete, son 21 puntos. Y... -les dje- vamos a hacer de 18 a 20 puntos. Y vamos a salir campeones. Lo dije en ese bus porque, insisto, me preguntas dónde fue que lo sentí. No sé si era porque ante las contrariedades que habíamos vivido, pero lo dije. Ah bueno, nos están poniendo piedras por todos lados. Ahora más fuerte que nunca. Una cosa así, no fue muy meditada. Solo lo sentí.
— Cuando usted llega cambió todo en 3 días: el sistema (3-52, el capitán, los horarios de entrenamiento- ¿Qué le dijo a su plantel? ¿Cómo lo convenció?
No sé si lo saben pero me agradeció José (Carvallo) por sacarle la responsabilidad de tener que estar en todos los líos y en todas las discusiones, cuando él tiene que estar allá atrás, atento y siempre enfocado en otras cosas. Ojo, nunca lo saqué de capitán, lo saqué de capitán de cancha. Ahora, cómo se convence, bueno. Cuando llegamos primero había que recuperarlos, estaban golpeados. Trabajamos un poquito, un táctico suave, pero ya le metimos pelota con esa idea nueva en el sistema (3-5-2). Cuando les explicamos lo que queríamos y los pusimos en cancha, sentimos enseguida que la propuesta les gustaba y que se sentían cómodos. Lo hablé con los más grandes y les dije: ¿viste que ustedes podían? Era fundamental lo que nosotros habíamos percibido.
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— ¿Ya con el tiempo y con el sistema de memoria, ¿cuál fue el mejor partido de la ‘U’ en el año o siempre es el partido en el que uno sale campeón?
Si estamos hablando de la producción del equipo, sí, tal vez, la final. Dentro de todo tenés que tener que poner también el grado de complejidad del partido, ¿no? Tomando en cuenta la complejidad, sí. Si a mí me das a elegir por ahí, no sé, pero el resultado mejor fue Matute y, sin embargo, para mí la producción mejor fue en el Monumental. En ambos partidos veía con qué seguridad se movia en la cancha, eso me puso feliz. No subestimamos nunca a nadie nosotros.
—En la U se habla siempre de poner huevos. Es un sello. ¿Por eso fue Rodrigo Ureña uno de los más ovacionados en la premiación?
Las características de Rodrigo enamoran. Son bien del estilo del club, de la tradición, de la historia de Universitario, que está emparentado con la garra. Yo diría más que, con los huevos, con la garra. Pero también quiero aclarar algo: para mí poner huevo es que piense cuando se tiene la pelota. Porque el que juega corriendo y corriendo, ¿eso es meter huevo? Y meto y tiro patada para donde sea y no pienso nada, ¿eso es?. El que pone huevos, para mí, es el que tiene la cabeza fría además de poner el esfuerzo. Yo lo amo (a Ureña) y me parece que es un jugador con un potencial enorme, pero como otros tienen que saber dónde está el límite.
—¿Quién sería un ejemplo de ese que es para ustede, también poner huevo?
Calcaterra. Tú lo ves y por ahí dices: este es frío. ¿Cómo va a ser frío alguien que entra, se para en Matute y hace ese gol en una final? Ese tiene más huevos que nadie.
— ¿Qué tipo de líder se hizo Flores dentro del plantel?
Primero y antes que nada, Edison debe haber sido el tipo que vivió con más felicidad esto. Y Corzo, que también sé que estaba feliz, y Carvallo y todos. Pero, a qué me refiero. Con lo poco que lo conozco, me parece que hasta llegó a abrumarlo la responsabilidad. Ahí le sale ese festejo (gol a Muni). A él lo trajeron en esta segunda parte del año y claro, me imagino en su día a día, la gente, todos los días le pedían salir los campeones, la 27, si eso no lo sabes tomar por dónde viene, te abruma. Aparte de los problemas físicos que tuvo, que son obviamente porque ni siquiera hizo una pretemporada, eso lo movió. En Matute el otro día en el banco, Edison lloraba. Es un campeón ahora, ya está.