El 27 de diciembre se conmemoró un aniversario más del día hincha blanquiazul. ¿Cómo vive un aliancista de corazón esta fecha?
Alianza Lima es una gran familia, una hermandad deportiva y cultural muy arraigada en la historia del Perú y su sociedad. Buena parte de los hinchas de Alianza, y particularmente los socios, son aliancistas de tercera y cuarta generación, es decir, una lealtad deportiva que nace a inicios del siglo XX y que se transmite de generación en generación. Es un día de afirmación de identidad como aliancistas, ya sea en momentos de celebración o de tristeza.
Este año la celebración no fue completa porque se perdió el título y ante el clásico rival.
Alianza Lima y Universitario son clubes que tienen décadas, por ello, si miramos los últimos años, obtuvimos dos campeonatos y fuimos subcampeones en el último. Obviamente, perder el último torneo, que a mi criterio fue inexplicable, ya que teníamos muchas chances de poder ganarlo, no debe de perder de vista de que somos un club que ha tenido éxito deportivo en los últimos tres años. Y no solo en el fútbol, sino también en el femenino y en el vóley, donde fuimos dos veces subcampeones y, además, somos un club que está mejorando. Pero, repito, perdimos de manera inexplicable el campeonato de este año.
¿Cuáles fueron los factores que determinaron la pérdida del campeonato este año?
Hay varias responsabilidades; en primer lugar, hubo cierto populismo en la contratación de jugadores.
¿Por qué populismo?
Populismo porque el club contrató jugadores de mucho éxito nacional e internacional identificados con Alianza Lima, como Carlos Zambrano, quien venía de jugar en Boca Juniors; y Christian Cueva, quien era uno de los mejores jugadores de la selección. Sin embargo, a la hora de contratar, no se miró con detenimiento la condición física de estos futbolistas, no se hizo un análisis exhaustivo. Por lo tanto, se contrató por los nombres, por prestigio y la personalidad, mas no se hizo un análisis estructural físico de los jugadores y ahí existe la responsabilidad para las personas que armaron el equipo, y creo que es una responsabilidad compartida.
¿Quiénes están involucrados en esa responsabilidad compartida?
Como socio del club, yo miro a José Bellina (exgerente deportivo), quien fue una de las personas que armó el equipo, pero en conjunto con el entrenador (Guillermo Salas). Ellos tienen mucho que decir. Tampoco descarto a los socios prominentes del club que, llevados por esta pasión deportiva, que en algunas ocasiones nos hace obnubilarnos, dieron ciertas opiniones. Entonces, hubo responsabilidad deportiva como profesión, y también quienes alentaron esas contrataciones que no pasaron por exámenes físicos rigurosos. Pese a ello, tal y como estaba ese equipo, ganó el Apertura y llegó a la final. Ahí viene un segundo elemento que me parece importante y es el entrenador. El técnico que se trajo en las últimas fechas (Mauricio Larriera) se equivocó radicalmente en plantear el juego, y en la disposición de los jugadores en el campo, porque no podíamos jugar en la final con una línea de tres cuando a lo largo del año jugamos con línea de cuatro. Además, los jugadores no estaban en las condiciones físicas para responder la demanda que existe jugar con 3-5-2. Se impuso un sistema de juego que no se usó durante todo el año para afrontar una final.
Alianza jugó la final sin varios de los refuerzos que contrató, algunos de ellos extranjeros, a consecuencia de las lesiones. El exmédico del club, Alejandro Mesarina, denunció algunas irregularidades al respecto luego de haber dejado el cargo ¿Cómo tomó sus declaraciones?
Además de contratar populistamente, los jugadores extranjeros que llegaron no pasaron por exámenes médicos rigurosos. No puede ser que el club haya contratado jugadores con cartel y que no hayan jugado la final. ¿Entonces para qué los trajimos? Ahora, si el doctor Alejandro Mesarina, a quien no conozco, miró algo incorrecto, tuvo que hablar antes y no después de haber dejado el club. Y cuando él dice que estuvo de viaje al momento que se hicieron las pruebas, no lo exime de responsabilidad por ser jefe del departamento médico.
¿Qué le pareció el cambio de integrantes en el Fondo Blanquiazul?
Los que integraron inicialmente el Fondo Blanquiazul son socios y gente que conozco, porque tienen muchos años en la participación institucional, después se asociaron y generaron esta figura. Ahora, con excepción de Diego Gonzales Posada, a quien no conocía, y creo que no es socio, los demás sí han participado en el club por décadas. Cuando yo volví de mi posgrado, tuve la posibilidad de hacerme socio del club, y de esa manera pude concretar un sueño que tenía de niño. Ahí conocí a Constantino Carvallo, Fernando Farah, Antonio Armejo, Salomón Lerner, entre otros. Todos éramos socios que colaborábamos en las divisiones menores del club cuando tenía su época de oro y estaban Paolo, Jefferson, etcétera. Veinte años después, este grupo creó el Fondo Blanquiazul. Ellos, además, estuvieron con el grupo de Augusto Claux y fueron parte de la lucha en contra de Guillermo Alarcón, del cual ahora se habla tan poco, pero fue el que llevó al club a la quiebra. Entonces, a todos ellos los conozco de la tribuna y sé cómo piensan. Crearon Fondo Blanquiazul como un proyecto de modernización del club, pero vendieron sus acreencias a un segundo grupo de Fondo Blanquiazul, a quienes no conozco, porque nunca estuve en una reunión con ellos, así que solamente escucho sus nombres. Por ello, en mi calidad de socio, pido a los nuevos acreedores que convoquen a una reunión de asociados para poder conocerlos y escuchar sus ideas y planes sobre lo que piensan hacer, porque el club le pertenece a los hinchas, a los socios, al Perú. Es un patrimonio nacional y que requiere ser manejado con mucha transparencia.
Pero, debe de tener alguna referencia sobre las personas que ahora conforman el nuevo Fondo…
Si bien no los conozco y nunca hablé con ellos, la referencia que tengo es que son empresarios de éxito. Ahora, el fútbol peruano no es negocio. Somos una liga en desarrollo. Pero la transparencia, la rendición de cuentas, saber lo que vas a hacer, es muy importante porque nosotros somos socios de décadas, familias enteras, nosotros representamos a los abuelos, a nuestros padres, a nuestros hijos, y estaremos ahí siempre. Entonces, considero necesario que tengamos esa reunión con los nuevos integrantes del Fondo Blanquiazul.
Matute cumplió 49 años y este aniversario lo encuentra con una sanción de siete meses de suspensión por el apagón que se produjo en la final de la Liga 1 2023. ¿Cuál es su reflexión?
Estuve en el estadio esa noche. Se apagaron las luces de la cancha, pero no la de los pasadizos. Caminé hacia mi auto, la gente estaba invadida de dolor por el mal resultado, felizmente no se produjo nada, es decir, no hubo heridos ni desmanes, y los socios y la mayoría de los hinchas actuamos con serenidad y en orden protegiendo a nuestra familia. Punto y aparte, pienso que cuando José Sabogal dijo ‘yo fui el que tomó la decisión’, en las próximas horas él tuvo que dar una conferencia de prensa, porque él era la cabeza del club y debió explicar a la opinión pública y no dar solo una declaración a un medio, sino dar la cara, porque pasaron varios días y el club no tenía cara ni voz, y lo que se recibían eran críticas de toda índole, muchas justificadas y otras no, aprovechando la victoria y el campeonato, y se dio espacio a las conjeturas. Entonces, hubo un vacío de imagen y de voz que empeoró la situación. El club quedó indefenso ante la opinión pública y al no confrontar, lo que se decía quedaba como verdadero. Alianza se calló y otorgó, y el problema fue mayor, porque al otorgar luego viene la sanción, porque la sanción llega ante un vacío de voz o de explicación. Me imagino que José Sabogal, quien es un gerente exitoso con experiencia nacional e internacional en empresas, tendría sus razones sobre las cuales uno puede discrepar con ellas, pero debió decirlas y explicarlas porque él acá no era solo José Sabogal, sino porque él era la cara de Alianza Lima para toda la sociedad peruana.
Punto a parte. ¿Cómo encuentra al club actualmente?, ¿piensa que ha crecido?
Pisando la pelota y mirando el panorama, como lo hacía el maestro César Cueto, miro que Alianza Lima creció institucionalmente. Los números económicos así lo certifican. Hay más orden en el club y el éxito económico no solo es por las taquillas, sino también por sponsors. Y el crecer como institución se demuestra que las gerencias han estado funcionando, por lo que pienso que sería un error cambiar de gerencias, ya que los gerentes que se quedaron hicieron bien su labor. Entonces, la frustración y la decepción no debe de llevarnos a tomar decisiones precipitadas. Si renunció José Sabogal asumiendo su responsabilidad, mi opinión es que las demás gerencias deben de continuar cumpliendo con su trabajo.
Eso sí, hay una deuda en infraestructura deportiva. El CAR y la ampliación de Matute solamente se quedaron en proyecto...
Esos proyectos se vieron afectados, en primer lugar, por el conflicto de la televisión que originó que no ingresara el dinero para realizar una operación financiera. Y esta operación financiera era la compra del club Las Garzas, que estaba cotizada y avanzada, pero que finalmente se llega a postergar porque el club tenía que mostrar un ingreso sostenible durante varios años para garantizar que con esos ingresos ibas a poder pagar la compra de este predio. Y al haber este conflicto de la televisión durante el año, no se logró recibir el dinero por este concepto. Entonces, la institución tuvo que vivir de sus taquillas y de sus sponsors. No era prudente embarcarte en un proyecto financiero de varios millones de dólares si no tenías asegurado un ingreso regular. Ese es un primer elemento. Un segundo elemento, entiendo yo, es que Néstor Bonillo y la gerencia deportiva hicieron consultas con expertos sobre el terreno de Las Garzas, porque estaba muy cerca al mar y se encontró que el piso era poco apto para mantener una cancha de fútbol de forma regular y permanente, ya que tenía mucha sal por debajo de la capa de tierra. Este factor generó una pausa y que se pensara en buscar otro lugar para hacer esta operación y entiendo que en eso están. No es que se abandonó el proyecto, sino que ahora como está solucionado el tema de la televisión, aunque por ahí exista una amenaza de juicio, pero se recibe un pago mensual, se reactivó la búsqueda de un predio adecuado.
Se creó una nueva estructura deportiva en el club. ¿Tiene una opinión sobre los pasos que vienen dando en cuanto a la formación del nuevo plantel para afrontar la campaña 2024?
Si antes contratamos por nombres, ahora pienso que estamos contratando jugadores basados en un respaldo de datos. Néstor Bonillo, a quien tampoco conozco, ha traído una cuota alta de profesionalismo, porque el club está tomando decisiones en estadísticas, en informes médicos, datos de partidos, rendimientos, etcétera. Todo lo que Ricardo Gareca con su equipo implementó en la selección, la está volcando a la institución y por eso observas que las contrataciones son en función a lo que el técnico quiere, porque antes armabas el equipo y luego traían al entrenador que empezaba a trabajar con el equipo tal cual estaba. Ahora se viene haciendo lo que se tuvo que realizar siempre; es decir, apostar por una forma de juego y traer al entrenador que la desarrolle.
¿Lo ilusiona la nueva propuesta futbolística que presentará el técnico Alejandro Restrepo?
Se quiere un Alianza Lima muy intenso en ataque y defensa, con movimiento rápido de pelota, con una delantera veloz, es la apuesta del técnico. A mí me llamó la atención que llegara hasta cuartos de final de la última edición de la Copa Libertadores y con un equipo de nivel mediano en Colombia. Ojalá que esa sabiduría la pueda volcar en nuestro equipo.
¿Le gustaría que Paolo Guerrero juegue en Alianza Lima en la temporada 2024?
Como hincha, siento que tanto Paolo como nosotros estamos en deuda. Porque él se fue del club al exterior sin poder jugar en Primera en Alianza. Él tiene una deuda deportiva y nosotros tenemos la deuda de poder disfrutarlo como jugador. Lamentablemente, no se pudo hasta ahora. Como digo, ya depende del técnico, porque el club le dio toda la responsabilidad de armar el equipo. Entonces, él tendrá que definir si es un jugador adecuado a la circunstancia. Pero más allá de todo, hablando como hincha, a mí me gustaría mucho que se vista de blanquiazul.
Paolo está próximo a cumplir 40 años...
Como hincha me gustaría, pero como socio, diría: ‘yo quiero campeonar’. Paolo tendrá 40 años, Hernán Barcos igual. Tendríamos a dos jugadores veteranos, vamos a jugar muchos partidos en altura, creo que necesitamos jugadores para todo el torneo. Esa es mi duda. Si vamos a pelear el campeonato con dos jugadores de 40 años, lo veo muy difícil.
La gente desea ver a Matute ampliado y remodelado. ¿Tiene el mismo deseo?
Matute es un espectáculo, no solo deportivo, sino también social. Después de la pandemia, la gente ahora valora más la experiencia de poder compartir masivamente. En ese ámbito, el fútbol progresó y Matute, como es un estadio acogedor, se presta para el espectáculo. Ya quedó chico y están esperando los resultados de la apelación para saber el tiempo que estará cerrado y de acuerdo a ello recién se planeará la magnitud del cambio que se pretende hacer. Hay varias ideas y no te puedes lanzar a escoger una sin conocer los resultados. El club, a través de su brazo legal, está en toda la apelación.
Por último, Aldo, un mensaje para el mundo Alianza Lima...
En las buenas y en las malas, siempre estamos nosotros los hinchas aliancistas y eso no va a cambiar. Llenaremos los estadios y acompañaremos al equipo en todos los escenarios. No perdamos la fe que estaremos todos juntos celebrando el campeonato si remamos todos en la misma dirección.
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